Salud España , Burgos, Lunes, 11 de febrero de 2019 a las 14:09

La UBU aplicará la inteligencia artificial y la minería de datos al estudio del autismo

El Grupo de Investigación GRINUBUMET y la Fundación Miradas suscriben un convenio

UBU/DICYT “Es fundamental contribuir a un diagnóstico temprano del autismo para que la intervención se inicie cuanto antes”, según ha indicado el profesor de la UBU José Luis Cuesta Gómez en el acto de presentación del convenio de colaboración entre el Grupo de Investigación GRINUBUMET y la Fundación Miradas, con la que la Universidad de Burgos tiene suscrito un acuerdo, que ha permitido la creación de la Cátedra Miradas por el Autismo.

 

Al acto de presentación asistieron, además del profesor Cuesta, la directora de la Fundación Miradas – Autismo Burgos, Gemma Gallo, y los miembros del grupo de investigación GRINUBUMET, Joaquín Pacheco y Cristina Delgado.

 

El objeto de este convenio es la Aplicación de técnicas de Inteligencia Artificial y Minería de datos, (técnicas en el que el grupo GRINUBUMET tiene reconocida experiencia), para el desarrollo de métodos y modelos para el estudio de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA).

 

El desarrollo de estos métodos y modelos contribuirá a cumplir los objetivos principales de este proyecto; conseguir un diagnóstico más precoz del autismo, y asegurar así que la intervención especializada comience de la forma más temprana posible, teniendo en cuenta las evidencias que la relacionan con un mejor pronóstico de desarrollo de las personas con autismo, especialmente en edades tempranas, así como mejorar la predicción de su evolución, tratamiento, etc.


Múltiples variables

 

El autismo puede estar causado por múltiples factores, precisamente, el reconocimiento facial mediante el contacto visual es uno de los más importantes, pero hay otras variables muy interesantes, según indicaron Cuesta y Pacheco. Las investigaciones de GRINUBUMET permitirán tener un mayor conocimiento del autismo y el equipo de la UBU creará modelos que ayuden a mejorar la diagnosis entre bebés y niños pequeños.

 

Joaquín Pacheco, tras mostrar su satisfacción poder colaborar en esta iniciativa tan bonita, explicó que seleccionarán “el subconjunto de variables que mejor discriminan” para tener un diagnóstico precoz y crear modelos que mejoren la clasificación y discriminación de las variables que existen”, un problema no solo estadístico sino también discriminatorio.

 

Se trata, en definitiva, de hacer un trabajo de ordenación de las variables y de creación de modelos que ayuden a mejorar la diagnosis a una edad más temprana con el propósito de mejorar la calidad de los posibles pacientes con medidas preventivas.

 

Los datos del Centro de control de prevención detección de Atlanta, el centro de referencia a nivel mundial para el seguimiento de enfermedades y trastornos como el autismo, recogen que el TEA está aumentando. Las estadísticas reflejan que padecen autismo 1 de cada 59 niños y en España, aunque no hay estudios de prevalencia, organizaciones como la de Burgos sitúan estos datos entre 1 de cada 100, con lo que a medio plazo generará unas necesidades de atención importantes. El estudio del equipo de investigación de la UBU permitirá detectar las señales de alerta a partir de los dos meses y las intervenciones antes del año.

 

Cuesta recordó que las evidencias científicas han demostrado que los tratamientos mejoran con la detección a una edad temprana. Por ello, los expertos luchan por adelantarse y avanzar en el descubrimiento de las señalas de alerta en los bebés.

 

Otros objetivos de este convenio es difundir, siempre que sea posible, los resultados de estas investigaciones mediante proyectos, artículos en revistas especializadas, congresos etc.

 

Durante el acto, la directora de la Fundación Miradas – Autismo Burgos, Gemma Gallo, señaló que el año pasado trabajaron con 44 niños, de los cuales 19 han pasado a una fase de intervención porque suponen que tienen TEA.