Tecnología España , Burgos, Jueves, 21 de marzo de 2019 a las 14:44

El poliuretano encuentra una segunda vida útil como material de construcción

Un estudio desarrollado por la UBU ha analizado el comportamiento de residuos de poliuretano procedentes de diversas industrias, como la refrigeración o el automóvil, y ha evaluado su uso potencial en matrices de yeso

CGP/DICYT Los residuos de poliuretano constituyen un importante problema medioambiental. El uso de este plástico, presente en una amplia gama de productos comerciales –desde neveras y congeladores, en los que se utiliza como aislante, hasta colchones, componentes de automóviles o suelas de calzado- sigue creciendo continuamente. En la Unión Europea, en 2017 se produjeron más de 700.000 toneladas de poliuretano, de las cuales se estima que en torno a un 27 por ciento termina en vertederos.


Y es que esta opción, el depósito en vertederos, es la más común y a su vez la más desaconsejable cuando se obtienen residuos de este material. Otras, como la incineración para la producción de energía o el reciclaje, dando un segundo uso al plástico, son menos frecuentes. Pero este último, sobre todo, debe ser el camino a elegir.


Así lo contemplan los socios del proyecto europeo LIFE-REPOLYUSE (REcovery of POLYurethane for reUSE in eco-efficient materials), coordinado por la Universidad de Burgos (UBU), el cual aborda la problemática de la gestión del poliuretano mediante el uso de técnicas novedosas para su reducción y reutilización. En concreto, los investigadores están tratando de incorporar este residuo tratado a nuevos materiales de construcción, con el fin de prolongar su vida útil.


Y ya están obteniendo resultados: en un estudio publicado en la revista ‘Polymers’, han analizado el comportamiento de varias espumas de poliuretano procedentes de diversos tipos de industrias - refrigeración, automóvil y vehículos fuera de uso-, y han evaluado su uso potencial en matrices de yeso.


Tal y como detallan a DiCYT Sara Gutiérrez González y Lourdes Alameda Cuenca Romero, del Grupo de Investigación en Ingeniería de Edificación (GIIE) de la UBU, los residuos de poliuretano se han caracterizado, primero, física, química y microscópicamente. Posteriormente, analizaron la posibilidad de incorporar estos residuos en una matriz de yeso y ensayaron mezclas, determinando su resistencia mecánica a la flexión y compresión a los siete días, su reacción al fuego, su peso por unidad de área y su comportamiento térmico.


“Los resultados muestran que, en todos los casos, el residuo es inerte y no se produce lixiviación”, señalan las investigadoras. Asimismo, “el proceso de generación de los residuos determina la microestructura de la espuma, además de sus propiedades físico-químicas que afectan directamente a los materiales en los que están incluidos, lo que ofrece diferentes formas en que se pueden aplicar”, destacan.


Al incluir los residuos en matrices de yeso, obtuvieron una resistencia mecánica adecuada, una reducción de la conductividad térmica en un 33 por ciento y una reducción en el peso del material en un 31 por ciento. En los ensayos de reacción al fuego, “solo dos tipos de residuos de espuma rígida de poliuretano cumplieron con los estándares para tener una clasificación A1, que es ideal para los materiales de revestimiento interior para edificios”, apuntan. Otros dos tipos de espuma analizados mostraron peor comportamiento de reacción al fuego debido a las impurezas que contenían, sin embargo, “aún está por determinar si la clasificación en estos dos casos sería la de A2 o peor y habría que buscar formas alternativas de aplicar el material en diferentes áreas de un edificio”, subrayan.


El proyecto LIFE-REPOLYUSE, iniciado a finales de 2017 y que concluirá en septiembre de 2020, con un presupuesto cercano a los 400.000 euros, ha seguido avanzando. El consorcio, en el que participan las empresas Exergy Ltd, TECSA y Yesyforma Europa, ha completado ya la construcción del prototipo para fabricar las placas de yeso-poliuretano. A lo largo de este mes, avanzan, está prevista la colocación de las placas en el primer sitio demostrativo, en Miñano (Álava).


El equipo prevé lograr una reducción del 30 por ciento en el consumo de energía y del 17 por ciento en el consumo de agua del proceso de construcción, además de una rebaja del 18 por ciento en los costes de fabricación, en comparación con los productos existentes en el mercado.

 

 

 

Referencia
Gómez-Rojo, R., Alameda, L., Rodríguez, Á., Calderón, V., & Gutiérrez-González, S. (2019). Characterization of Polyurethane Foam Waste for Reuse in Eco-Efficient Building Materials. Polymers, 11(2), 359.