Espacio Chile , Atacama, Martes, 17 de diciembre de 2019 a las 10:57

Astr贸nomos observan los primeros rastros de contaminaci贸n medioambiental del Universo

Se trata de enormes nubes de carbono gaseoso que se extienden por m谩s de 30.000 a帽os luz alrededor de j贸venes galaxias

OBSERVATORIO ALMA/DICYT Gracias al Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), un equipo de investigadores descubrió enormes nubes de carbono gaseoso que se extienden por más de 30.000 años luz alrededor de jóvenes galaxias. Es la primera vez que se confirma que los átomos de carbono producidos dentro de las estrellas del Universo primitivo se esparcieron fuera de las galaxias. Ningún estudio teórico había predicho la existencia de bolsas de carbono tan grandes alrededor de galaxias en etapa de crecimiento, y esto pone en tela de juicio nuestra comprensión actual de la evolución del cosmos.

 

“Examinamos cuidadosamente el archivo científico de ALMA y recabamos todos los datos que contienen señales de radio de iones de carbono provenientes de galaxias del Universo primitivo, tan solo 1.000 millones de años después del Big Bang, cuenta el autor principal del artículo, Seiji Fujimoto, astrónomo de la Universidad de Copenhague y, anteriormente, estudiante de doctorado de la Universidad de Tokio. “Al combinar todos estos datos, alcanzamos un grado de sensibilidad sin precedentes. Para obtener un conjunto de datos de esa calidad con una sola observación se tardaría 20 veces más que con las observaciones de ALMA, lo cual sería prácticamente imposible de lograr”.

 

En la época del Big Bang, el Universo carecía de elementos pesados como el carbono y el oxígeno. Estos se formaron después, por fusión nuclear, dentro de las estrellas. Sin embargo, todavía no se sabe muy bien cómo estos elementos se esparcieron por el Universo. Debido a la limitada capacidad de sus telescopios, los astrónomos han podido encontrar elementos pesados dentro de las galaxias más jóvenes, pero no fuera de ellas. Con ALMA, el equipo de investigación combinó las tenues señales almacenadas en el archivo de datos y amplió esas fronteras.

 

“Las nubes de carbono gaseoso son casi cinco veces más grandes que la distribución de estrellas en las galaxias, según lo observado con el telescopio espacial Hubble”, explica Masami Ouchi, profesor de la Universidad de Tokio y astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional de Japón. “Hemos detectado grandes nubes flotando en la oscuridad absoluta del Universo”.

 

Cabe preguntarse ahora cómo se formaron esas bolsas de carbono. “Al final de la vida de las estrellas, las explosiones de supernova arrojan al espacio los elementos pesados fabricados dentro de ellas”, señala el profesor Rob Ivison, director de ciencia de la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral. “Los chorros energéticos y la radiación de los agujeros negros supermasivos en los centros de las galaxias también podrían ayudar a transportar carbono fuera de las galaxias y, por último, a través del Universo. Estamos presenciando este proceso de dispersión: el efecto de contaminación medioambiental más antiguo del Universo”.

 

Los investigadores señalan que los modelos teóricos actuales no explican la existencia de nubes de carbono tan grandes alrededor de galaxias jóvenes, con lo cual hay que incorporar algún proceso físico nuevo en las simulaciones cosmológicas. “Las galaxias jóvenes parecen expulsar una cantidad de gas rico en carbono que supera con creces nuestras proyecciones”, comenta Andrea Ferrara, profesor de la Escuela Normal Superior de Pisa.

 

Ahora el equipo está usando ALMA y otros telescopios repartidos por el mundo para entender mejor las implicaciones de este hallazgo en los chorros galácticos y los halos ricos en carbono presentes alrededor de las galaxias.