Medio Ambiente Chile , Chile, Viernes, 03 de enero de 2020 a las 11:38

Una plataforma única en el mundo para monitorear la temperatura de la Antártida

Un equipo de profesionales de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables analiza desde hace tres años la variabilidad térmica en el Continente Blanco y cómo el fenómeno de El Niño ha influido en la zona en el último siglo

UCHILE/DICYT Motivados por la urgencia del calentamiento global y su impacto en la Antártica, tres generaciones de ingenieros en Recursos Naturales Renovables de la Universidad de Chile se unieron en torno a una iniciativa pionera para analizar los cambios de temperatura que se han registrado en esta zona desde el año 1900. El proyecto, único en el mundo, creó el primer Explorador Antártico de temperaturas de superficie terrestre, el cual permite mostrar las anomalías experimentadas en el territorio a través de una exhaustiva revisión de datos de diversas fuentes, tales como re-análisis climáticos y satelitales.

 

“La relevancia de este proyecto recae en la cuantificación y comprensión de los recientes cambios que se han observado en la Antártida, en cuanto a la temperatura de superficie. Esta variable es fundamental porque regula procesos asociados al balance de masa de superficie de los casquetes polares, el cual está estrechamente ligado al clima global y a las variaciones del nivel del mar”, explicó Cristian Mattar, académico del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales Renovables de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la U. de Chile, y líder de esta investigación financiada por el Instituto Antártico Chileno (INACH).

 

Dentro de los principales hallazgos del proyecto, destaca el calentamiento observado en el interior del continente antártico de casi 1°C por década. A su vez, se ha constatado una relación inversa entre la temperatura de la superficie en la Antártica y el Modo Anular del Sur (SAM) durante periodos extremos de El Niño, como lo fue en los años 2015-2016. Esto implica la ocurrencia de temperaturas más altas en la Antártida cuando el cinturón de bajas presiones que rodea el continente se expande hacia el norte, en presencia de eventos significativamente intensos de El Niño. Estos resultados toman particular importancia en un escenario de calentamiento global, donde se esperan episodios del Niño cada vez más intensos.

 

El desarrollo de este trabajo además estuvo asociado a la formación científica y elaboración de tesis del estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables, Gabriel Retamales, quien tuvo a su cargo la adquisición y procesamiento de los datos, que provenían de diferentes fuentes de información: del espacio, que otorga información clave para analizar la variabilidad espacial de parámetros ambientales; de la asimilación de modelos meteorológicos; y del mismo lugar, donde se realiza un re-análisis de la información.

 

Quien tuvo la oportunidad de pasar tres meses realizando la investigación en terreno en la Antártica fue el co-director del proyecto, Claudio Durán. El también Ingeniero en Recursos Naturales Renovables de la Universidad de Chile viajó hasta el territorio antártico como parte del proyecto de colaboración internacional (APRES3), financiado por la Agencia Nacional de Investigación de Francia, que se dedica a estudiar otra variable fundamental del sistema terrestre, la precipitación en forma de nieve. Esta experiencia también contribuyó en el desarrollo de la iniciativa impulsada por este equipo de la U. de Chile e INACH.

 

“En esta misión desplegamos dos radares verticales de precipitación y un lidar troposférico, cámaras de alta resolución de copos de nieve, entre otros instrumentos in-situ para monitorear la precipitación desde un enfoque multi-instrumental en la base antártica francesa Dumont d’Urville, todo esto con el objetivo de entender mejor los procesos que ocurren en los primeros kilómetros cerca de la superficie (como la sublimación y agregación de cristales de hielo), y también contribuir con una base de datos robusta para la evaluación de observaciones satelitales y modelos meteorológicos climáticos”, señaló el profesor Durán, quien destacó la relevancia de los datos obtenidos por ser únicos en su clase.

 

La Antártica es un vasto territorio que se relaciona directamente con el clima a escala global, y por su lejanía, el difícil acceso y la escasez de observaciones en terreno, se hace complejo poder comprender completamente todas estas vinculaciones. Sin embargo, este grupo de investigadores, especializados en las ciencias de la Tierra y en el uso de técnicas satelitales, vieron en este desafío una oportunidad para contribuir en la discusión y entendimiento de las temperaturas de la Península y el resto del continente Antártico en el marco del calentamiento global.