Ciencia España , León, Miércoles, 04 de octubre de 2006 a las 10:30

Un ingeniero de Obras Públicas descubre restos inéditos de una vía romana que unía Astorga con Braga

Los vestigios incluyen el yacimiento de una antigua edificación romana situada cerca de Manzanal del Puerto

MJF/DICYT Astorga fue el punto de partida de la Vía Nova, una antigua calzada romana que atravesaba el Oeste de la provincia de León, pasaba por el Sur de Galicia y desembocaba en la localidad portuguesa de Braga, de la que se conservan restos que han permanecido ocultos a los ojos de los habitantes que ahora pueblan esas zonas o que han sido camuflados por la vegetación. Ahora, un ingeniero de Obras Públicas experto en vías romanas, Isaac Moreno, ha sacado a la luz la existencia de esos restos y ha constatado su origen romano con la intención de que se realice una puesta en valor de los mismos. Estos vestigios serán presentados en el Congreso de Obras Públicas Romanas que se celebra mañana y pasado en Astorga.

Estos restos ponen de manifiesto el alto nivel técnico y el amplio conocimiento de ingeniería que poseían los romanos a la hora de construir vías de comunicación, ya que ciertos elementos constructivos de aquellas obras han llegado hasta nuestros días después de 2.000 años. Los cortes en las piedras realizados a pico para trazar las calzadas, así como los firmes de muchas de ellas y las edificaciones situadas junto a las vías para atender a los viajeros son algunos de los vestigios que se conservan a lo largo de la Vía Nova.

Un posible itinerario para seguir el rastro de esta antigua calzada romana es desde los denominados Codos del Arouco, en Tierra de Valdehorras, provincia de Orense. Allí, la antigua carretera que lleva hasta el espectacular puente romano de Bibei, de 22'5 metros de altura y 75 metros de longitud, dibuja una serie de recodos en los que se descubre la mano romana en los cortes de la piedra realizados para trazar la calzada, que muestran una serie de marcas debidas a los picos usados por los romanos.

En cuanto a la autenticidad de la autoría romana de estos cortes, Isaac Moreno asegura que "los cortes de piedra hechos por los romanos se distinguen, además de por las marcas de picos, por la geometría de las formas". Según explica a DICYT, "los romanos tenían un afán perfeccionista que les hacía buscar su glorificación en vida a través de la monumentabilidad de sus obras, incluidas las carreteras".

La observación de la técnica constructiva empleada en la realización de estos codos es la que llevó a Isaac Moreno a seguir el rastro de otros vestigios en dirección a Astorga. De esta forma, otro de los puntos del itinerario configurado por este ingeniero de Obras Públicas se sitúa en Collado de Penatallada, todavía en Galicia. En este puerto de montaña aparecen, en medio del monte, los restos de la calzada romana, en la que incluso se distinguen los surcos realizados por las ruedas de los carros. El trazado de este camino se extiende en medio del monte durante kilómetros, dejando en los laterales más cortes en piedra realizados por los romanos.

El rastro de la Vía Nova se introduce después en la provincia leonesa atravesando pueblos o como parte de carreteras actuales que han aprovechado el trazado de la antigua calzada romana. Entre las localidades de Toral de los Vados y Cacabelos dibuja una línea recta para proseguir luego por Cubillos del Sil, Congosto, Cobrana, San Román de Bembibre, Bembibre y Torre del Bierzo. En esta última localidad se conservan grandes tramos de cortes en piedra realizados por los romanos que pasan inadvertidos en los laterales de la actual carretera, que ha mantenido el trazado de la antigua calzada.

Yacimiento de una Statio romana

El siguiente punto en el itinerario se detiene en Manzanal del Puerto, donde aparecen los restos de una statio romana, una antigua edificación situada al pie de la calzada para atender a los viajeros. De ella se conservan numerosos vestigios como tejas romanas, que se encuentran dispersas en medio del camino, desprotegidas ante el paso de los bulldozer empleados para abrir el cortafuegos que atraviesa la zona.

La escasa distancia que resta hasta llegar a Astorga también ofrece algunos elementos constructivos de origen romano en la carretera antigua situada junto a la autovía actual, en la que se observan capas de materiales de origen romano que se distinguen por las grandes piedras empleadas por los antiguos ingenieros.

Base documental

Aunque Isaac Moreno indica que la mayor parte de su labor de investigación se basa en la observación en el propio terreno y en las indicaciones de los más ancianos de los pueblos, también ha apoyado su estudio en ciertas referencias bibliográficas, como por ejemplo las relativas al ingeniero Carlos Lemaur, quien aprovechó las vías romanas para realizar las carreteras que se le encargó construir en el siglo XVIII y que fue denunciado por otro ingeniero, Baltasar Ricaud, quien le acusó de malversar fondos para la explotación de ferrerías. A través de estos textos históricos, Isaac Moreno constató la existencia de ciertos tramos de la Vía Nova.