Medio Ambiente España , León, Jueves, 26 de octubre de 2006 a las 19:17

Un experto asegura que los animales envían señales de alarma sobre el cambio climático

Con su desplazamiento a otras zonas del planeta o cambios en sus hábitos de vida

María Jesús Fernández/DICYT Las especies animales alertan sobre la llegada del cambio climático mediante el envío de una serie de señales que manifiestan en sus cambios de comportamiento. Así lo afirma el catedrático de Zoología de la Universidad de Alicante Eduardo Galante, quien defiende que el desplazamiento hacia el Norte de las áreas de distribución de algunas especies de mariposas, el ascenso a zonas altas de la fauna típica de las partes bajas de montaña e incluso la desaparición de algunas especies son claros síntomas del cambio climático. Este experto presentará estos casos en una conferencia que imparte esta tarde dentro del ciclo sobre Cambio Climático Global organizado por la Universidad de León y Caja España.

 

En el caso concreto del desplazamiento de las áreas de distribución de algunas especies, Galante señala que hay ejemplos muy significativos, como una especie de mariposas que habitualmente ponía sus huevos en Cataluña y actualmente se están reproduciendo al Norte de Europa, con lo que han trasladado su área de distribución más de 230 kilómetros.

Respecto a las especies de montaña, el catedrático de Zoología ha explicado a DICYT que el ascenso a zonas más altas se está manifestando en el caso concreto de Gredos con ciertas especies de ranas. Sin embargo, señala que el problema es mayor en el caso de cadenas de montaña trasversales, como el Sistema Central o Picos de Europa, en las que "lo que ocurre es que estas especies van subiendo hasta un tope, por lo que corren peligro de desaparecer".

 

Deshielo de los polos

Estos ejemplos se manifiestan en mayor medida en los polos, donde la temperatura ha subido unos cinco grados y se estan produciendo grandes deshielos. Galante asegura que especies de aves que habitan en el entornos polar se encuentran con el problema de que ya no pueden anidar, como los pajaros bobos y los pingüinos, por cuestiones como la evaporación, que produce nieve y sustituye las zonas lisas para anidar por agua nieve, que la dificulta. Otros animales como los osos polares se llegan a ahogar porque las planchas de hielo por las que se desplazan no resisten su peso.

El catedrático de Zoología defiende que el cambio climático también provoca efectos directos sobre la salud humana a través de otras especies animales como los parásitos, cuyos vectores de transmisión de enfermedades también se están desplazando hacia el Norte. Este es el caso, según indica el experto, de los insectos que transmiten la peste equina, la lengua azul e incluso la malaria. De esta última, el aumento de temperatura hace que el ciclo del parásito se desarrolle mucho mas rápido y si normalmente tarda 26 días en desarrollarse a una tempratura de 20 grados centígrados, con cinco más el ciclo se reduce a sólo 13.

Por todo ello, Galante, que fue el encargado de elaborar la parte dedicada a la Biología Animal dentro del Informe del Cambio Climático en España encargado por el Ministerio de Medio Ambiente, asegura que "las señales que nos envían los animales y las plantas son de alarma, y no se están tomando las suficientes medidas". A este respecto, el profesor alicantino hace referencia a las lluvias torrenciales que se están produciendo estos días y que, a su juicio, "tampoco son normales, y están relacionadas con el cambio climático, porque surgen por la combinación de la elevación de temperaturas y el frío repentino unido a una deforestacion barbara".

Según explica, generalmente se asocia el cambio climatico al incremento de los gases emitidios a la atmosfera pero, en su opinión, "no todos ellos proceden de la contaminación, sino que también influyen otros factores como la eliminación de bosques, que reduce los sumideros de C02, la fragmentación del hábitat, que se sustituyen por núcleos urbanos, y la enorme expansion urbanistica, que sella el suelo con cemento y elimina la naturaleza que absorve el C02, unido a un gasto energético muy alto”.

Sobre las medidas desarrolladas para luchar contra este fenómeno, Galante cuestiona que “los que tienen responsabilidad en la toma de decisiones no hacen lo suficiente, porque tienen una ignorancia total del tema o porque los intereses económicos son tan fuertes que siguen adelante porque al fin y al cabo repercutirá en las generaciones posteriores".