Alimentación España , Soria, Viernes, 02 de abril de 2004 a las 15:42

Una planta de tratamiento de purines de Los Rábanos, responsable de la contaminación olorosa que sufre Soria

La Concejalía de Medio Ambiente ha solicitado un estudio olfatométrico a la Unviersidad de Valladolid para avalar posibles actuaciones futuras

VR/DICYT La explicación a los procesos de contaminación olorosa que se han venido detectando en la ciudad de Soria está localizada en la planta de cogeneración de purines situada en Los Rábanos, a escasos kilómetros de la capital soriana, según ha señalado esta mañana el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Soria, Luis Miguel Bonilla. Se trata de un contaminante no peligroso generado por determinadas deficiencias en el proceso de desecación del purín que se utiliza en la planta. La empresa a la que pertenece el Centro de Tratamiento de Purines es Sinova Medioambiental y la tecnología la aporta Sinae.

 

Se trata de un purín recalentado o requemado que, mezclado con urea, llega hasta las fosas nasales de los sorianos. Un fenómeno que, según ha señalado Bonilla "no es peligroso pero sí muy molesto". En este sentido, el titular de Medio Ambiente de la Corporación municipal ha añadido que, "no es un proceso que se dé de forma continua, hay días en los cuales se produce y días en los que no". Los análisis y el seguimiento de los penachos de humo indican que cuando el viento sopla del sur y la atmósfera permanece estable es cuando Soria sufre la llegada de este contaminante, e incluso es posible que la propia localidad de Los Rábanos, donde se encuentra ubicada la fuente de emisión, no lleguen a detectar el prblema, pues el viento está canalizando todas las partículas y las transporta a través del río, que actúa a modo de chimenea hasta la ciudad.


Solución viable

 

Los estudios técnicos indican que la medida oportuna (las medidas técnicas existen) pasa por realizar la inversión necesaria para la implantación de ciertos sistemas intercambiadores de calor que consiguen que no se recaliente el purín y no huela. En defensa de este tipo de instalaciones se puede decir, según ha apuntado Bonilla, que "hay otras, ubicadas en la provincia de Soria, como es el caso de Langa de Duero, con otra tecnología y otro tipo de empresas que no están dando problemas".

 

La instalación de un intercambiador de calor supondría una inversión de unos 200 millones de euros (además de los 2.000 millones de euros que cuesta la planta). De esta forma se evitaría que el vapor derivado de la humedad extraída al purín no quemara el mismo, eliminando así la generación de las partículas evaporadas que provocan el mal olor.

 

Desde el Ayuntamiento se ha instado a la Consejería de Medio Ambiente a que se tomen las medidas oportunas y se exija a la empresa que las adopte, ya que técnicamente la solución es factible y el problema es meramente económico. "La solución existe y por lo tanto se tiene que abordar lo antes posible" ha recalcado el concejal de Medio Ambiente. Bonilla ha recordado que la consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz, ya conoce el problema, pues "lo han sufrido en Ágreda, localidad de la que fue alcaldesa, y precisamente con la misma empresa y tecnología que operan en la instalación de Los Rábanos"

 

Por otra parte, el concejal de Medio Ambiente ha señalado que "hemos encargado a la Universidad de Valladolid un estudio olfatométrico para que, si algún día este problema tiene que derivar en otro tipo de actuaciones, esté convenientemente avalado".