“El 20% de la población tiene alergia al polen”
MMG /DICYT Santiago de Castro, técnico de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria, ha impartido hoy en Ávila la conferencia El polen en la atmósfera de Castilla y León, invitado por el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia. En sus palabras, el técnico ha explicado cómo funciona el sistema que desde mayo del año pasado mide en Castilla y León los niveles de polen en la atmósfera.
Se trata de la instalación de once captadores de polen (uno en cada capital de provincia y otros dos en Miranda de Ebro y Ponferrada) en cuyos tambores se recogen esos niveles para, después, ser analizados en la Universidad de León. “Con todo ello se hacen recuentos que se envían a nuestra agencia y, desde allí, se cuelgan los datos en el portal de sanidad de la Junta de Castilla y León”, ha relatado el técnico.
Se refiere a la página www.sanidad.jcyl.es/ polen, cuya información se actualiza cada miércoles y que da las previsiones de los cuatro días siguientes. “Está especialmente ideada para alérgicos, alergólogos, médicos de Atención Primaria y pediatras”, ha explicado Santiago de Castro, según el cuál, el 20% de la población padece alergia a algún tipo de polen. “Y todo ello influido por la contaminación ambiental”, asegura, “porque ya se sabe que en países subdesarrollados y en ambientes rurales la prevalencia es menor”.
Por lo que respecta a la provincia de Ávila, el técnico de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria ha descrito cómo son los cinco tipos polínicos más frecuentes en el ambiente: las arizónicas, los plátanos de sombra, las gramíneas, los pinos y las acederas. “Pero en realidad se pueden encontrar hasta 39 tipos polínicos”, ha puntualizado.
Para hacer frente a las alergias, que según ha anunciado comienzan a aparecer en épocas distintas a las tradicionales por culpa del cambio climático, los expertos recomiendan acudir en primer lugar al médico de cabecera. Además, insisten en la importancia de no estar en contacto directo con las plantas que produzcan la alergia; ventilar bien la casa, sobre todo por la mañana; e incluso utilizar mascarillas, si llega a ser necesario.