La telemetría acústica tiene limitaciones para estimar el nivel de actividad de los peces en el mar
A lo largo de los años, la telemetría acústica se convirtió en uno de los métodos más utilizados para estudiar de manera remota diversos aspectos del comportamiento de los peces, porque, entre otras ventajas, permite registrar información durante meses, y, además, los individuos marcados no necesitan ser recapturados para recuperar (y luego procesar) la información. La telemetría consiste en la colocación de unos receptores, fijados al fondo marino, que reciben una señal acústica emitida por una marca electrónica alojada en el cuerpo de los individuos bajo estudio. Sin embargo, un trabajo realizado en la Reserva Marina de Cabo de Palos – Islas Hormigas, en el litoral de Murcia (España), demostró que este sistema posee múltiples deficiencias si se lo compara con la utilización de acelerómetros de registro continuo (bio-registradores). Hay especies marinas asociadas a arrecifes, como la garopa o mero del Mediterráneo (Epinephelus marginatus), que no se encuentran continuamente en movimiento, sino que utilizan cuevas para descansar o refugiarse de sus depredadores por períodos de tiempo considerables. Estos peces, al esconderse en los refugios, quedan fuera del alcance de los receptores que utiliza el sistema de telemetría. El trabajo fue publicado en la revista ICES Journal of Marine Science. |
