Alimentación España , Valladolid, Viernes, 03 de enero de 2014 a las 18:05

Analizan la calidad del aceite de oliva a partir de técnicas de espectroscopía

Un alumno de la Universidad de Valladolid ha desarrollado un sistema que permite medir, de forma rápida y económica, las categorías del aceite de oliva

Cristina G. Pedraz/DICYT Hace algunos meses, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alertaba de que algunas marcas de aceite de oliva comercializaban un aceite de menor calidad de la que se indicaba en la etiqueta. En concreto, estudiaron 40 muestras de aceites (34 de aceite de oliva virgen extra y 6 de aceite de oliva virgen) con el objetivo de verificar su calidad, y concluyeron que nueve marcas engañaban al consumidor vendiendo un aceite simplemente virgen etiquetado como “extra”. Para evitar este tipo de fraudes y facilitar los análisis de aceite, un alumno de la Universidad de Valladolid ha desarrollado un sistema basado en espectrofluorimetría láser capaz de determinar de una forma rápida y económica las categorías del aceite de oliva.


Alberto Benito Rubio, ingeniero químico y alumno del Master en Física y Tecnología de los Láseres, ha recibido por este proyecto una de las becas de la quinta edición del programa Prometeo de la Universidad de Valladolid, cuyo objetivo es proteger resultados de proyectos y prototipos innovadores desarrollados por alumnos de la Universidad. De este modo el proyecto, que ha sido tutorizado por los profesores Juan García Serna y Enrique Barrado Esteban, será protegido mediante patente.


Como detalla en palabras recogidas por DiCYT, el sistema multianálisis de espectrofluorimetría láser para la diferenciación de tipos de aceite se diseñó en el marco de su Proyecto Fin de Carrera. Entre sus funcionalidades, destaca, no solo permite diferenciar categorías de aceite de oliva sino también “certificar el origen del aceite, detectar fraudes y controlar su calidad en el proceso de producción y en el almacenado, estimando la fotodegradación en el envase y la degradación térmica”.


Por otro lado, añade, posibilita “la detección de hidrocarburos aromáticos policíclicos tóxicos, así como la realización de análisis de la turbidez en el aceite, de gran utilidad en el proceso de refinado, y la eliminación de agua en el mismo”. Finalmente, asegura, “permite hacer un análisis colorimétrico del aceite de utilidad en el proceso de refinado y la recolección óptima de la materia prima, todo ello con un control simultáneo de la temperatura”.


En el apartado tecnológico, este sistema multianálisis “utiliza varios equipos optoelectrónicos y aplica las técnicas más avanzadas de química analítica”. Como explica Alberto Benito Rubio, entre los sistemas de detección que incorporan estos equipos “destaca el espectrofluorímetro láser, el fluorímetro laser de filtro automatizado, el inferómetro, un espectrofotómetro y una doble sonda de control de temperatura”.


A su juicio, el equipo tiene “un nicho económico importante” ya que los equipos de análisis y control de aceites que se utilizan actualmente “tienen un coste 100 veces superior al precio de estos equipos” de forma que “no cuenta con competidores directos” y su comercialización puede ser “de gran interés”. En este sentido, hasta el momento han desarrollado dos prototipos, uno específico para la industria “que permite realizar las mediciones de una forma más rápida y con mayor precisión” y un modelo más compacto “pensado para su uso por parte del usuario final”.


Once becas


Un total de 11 iniciativas desarrolladas por alumnos se han protegido mediante patente o registro de la propiedad intelectual en la quinta edición del programa de becas Prometeo de la Universidad de Valladolid, cuyo fin último es la protección de proyectos innovadores desarrollados por alumnos de la Universidad. Del total de 11 proyectos seleccionados, seis (tres del Campus de Valladolid, dos del Campus de Segovia y uno del Campus de Palencia) se corresponden con software y han sido inscritos en el Registro de Propiedad Intelectual; mientras que cinco (cuatro del Campus de Valladolid y uno del Campus de Palencia) son trabajos protegidos mediante patente.


Cada una de las becas Prometeo está dotada de 500 euros (en el caso de los software) y de 1.000 euros (en el caso de las patentes). Además de la protección de los trabajos, los alumnos reciben formación específica en materia de propiedad industrial e intelectual. El programa de becas Prometeo forma parte del Proyecto de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresa (T-CUE), financiado por la Junta de Castilla y León en el marco de la Estrategia Universidad-Empresa 2008-2013, y coordinado por la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores de Castilla y León (Fuescyl).