Alimentación Argentina , Santa Fe, Viernes, 20 de noviembre de 2009 a las 18:26

Avanzan las investigaciones en torno a los efectos de sustancias químicas en yacarés

Sustancias como el DDT, la atrazina, el endosulfan o el bifenol A influyen negativamente en la fertilidad de machos y hembras

CGP-UNL/OEI-AECID/DICYT Expertos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) estudian desde hace años la incidencia de químicos en yacarés. Así fue como, por ejemplo, evidenciaron los efectos de una de las sustancias utilizadas para hacer más rígidos los plásticos (el bifenol A) cuyas consecuencias repercutieron en todo el mundo. Ese mismo equipo de investigación, correspondiente al Laboratorio de Endocrinología y Tumores Hormonodependientes (LETH) ha presentado las conclusiones de su línea de trabajo ante investigadores de diferentes países en el II Workshop Latinoamericano sobre Residuos de Pesticidas, Alimentos y Medio Ambiente, organizado este año por la UNL. 

 

Según la información de la UNL, los investigadores comprobaron alteraciones en el aparato reproductor de yacarés machos y hembras expuestos prenatalmente a dosis bajas (semejantes a las descriptas en el ambiente) de pesticidas como la atrazina y el endosulfan, o de compuestos de uso industrial como el bifenol A. Concluyeron que esas modificaciones influirían en la disminución de la fertilidad. También observaron que, de acuerdo con la temperatura de incubación de los huevos, yacarés que debían ser machos resultaron ser hembras. Estos compuestos se clasifican como “perturbadores endocrinos” porque pueden imitar o antagonizar la acción de las hormonas del organismo.

 

“Aunque sus efectos no son detectables a simple vista, estos químicos pueden poner en riesgo la supervivencia de las especies, y afectar la biodiversidad y la salud del ecosistema”, explicó la doctora Mónica Muñoz de Toro, que forma parte del grupo expositor.

 

El sexo, determinado por la temperatura de incubación del huevo

 

Por otro lado, en el trabajo destacaron que en los yacarés, al igual que en otros reptiles, el sexo está determinado por la temperatura de incubación del huevo: a 33 grados nacen machos y a 30 nacen hembras. Sin embargo, la exposición a bifenol A durante el período de determinación sexual puede revertir el efecto de la temperatura y determinar el nacimiento de hembras en huevos incubados a temperatura de obtención de machos.


Además, observaron que las poblaciones celulares de los ovarios de yacarés expuestos a perturbadores endocrinos se diferenciaban de los controles. A los 10 días, esas hembras “revertidas” presentaban un retardo en el desarrollo folicular, mientras que al año de edad tenían alta incidencia de folículos poliovulares. Ambas alteraciones podrían disminuir la fertilidad de las hembras.

 

Asimismo, el tratamiento con los contaminantes en los machos afectó la histoarquitectura testicular y disminuyó los niveles de testosterona. Es decir, estas alteraciones también podrían influir negativamente en la fertilidad.

 

 

Alta probabilidad de exposición a contaminantes

 

El yacaré overo es un animal ampliamente distribuido en la región, que tiene alta probabilidad de exposición a contaminantes en todos los estadios de su vida debido a su posición superior en la cadena alimenticia, ser longevo y fiel a su hábitat. Todas estas características fisiológicas y ecológicas propician su selección como centinela, es decir, los yacarés permitirían alertar sobre la presencia de contaminantes, ya que son organismos que frente al estímulo (exposición al compuesto) producen una respuesta (biomarcador) que da una señal de alerta.

 

De acuerdo con el trabajo presentado, el objetivo general del proyecto fue caracterizar al yacaré overo como centinela de contaminación por perturbadores endocrinos e identificar biomarcadores de exposición prenatal y posnatal. Para ello, los investigadores recogieron huevos de yacaré en su hábitat natural, en sitios donde el hombre tiene mínima intervención. En el bioterio de reptiles del LETH en la FBCB, esos huevos fueron incubados en condiciones controladas de temperatura y humedad.

 

Previo al período de determinación sexual (estadio 20 del desarrollo embrionario), el equipo intervino los huevos con bajas dosis de atrazina y endosulfán, dos agroquímicos de uso muy difundido; o con bifenol A, utilizando dosis “ambientalmente relevantes”, según manifestó Muñoz de Toro.

 

“Comprobamos que aunque los animales nacen y crecen aparentemente saludables, se evidencian alteraciones en el sistema reproductor de machos y hembras, lo que puede influir directamente en la supervivencia de la especie”, añadió.

 

Concentraciones de organoclorados
En otra etapa del proyecto midieron las concentraciones de compuestos organoclorados como el DDT y PCBs -sustancias que también actúan como perturbadores endocrinos- en huevos recogidos en áreas con diferente grado de intervención antrópica. En Chaco realizaron recolecciones en sitios de difícil acceso, mientras que en Entre Ríos lo hicieron en paisajes altamente intervenidos, a metros de plantaciones de arroz o de soja. “Desde los años 70 está prohibido el uso del DDT. Como se transforma muy rápido en DDE, si lo encuentro como DDT quiere decir que fue usado hace poco tiempo, si no, ya estaría metabolizado. Las concentraciones de DDT y sus metabolitos descriptos en huevos de yacarés son un indicador de que se sigue usando”, lamentó la especialista.“En los huevos recogidos en todos los lugares observamos una alta frecuencia de residuos de diferentes compuestos organoclorados, evidenciando que la contaminación es global. No encontramos los mismos contaminantes ni las mismas concentraciones, pero zonas absolutamente limpias no había. Si consideramos que los yacarés no migran y año tras año arman sus nidos en un radio de dispersión muy pequeño, sus huevos son un monitor muy sensible de la contaminación de esa área”, concluyó Muñoz de Toro.