“Cada civilización del antiguo Perú observaba el sol y las estrellas de manera específica”
PUCP/DICYT "Muchos piensan que el arqueoastrónomo es un místico que se toma fotos a la salida del sol mientras levanta los brazos pero no es cierto. Es una disciplina muy complicada con mucha ciencia y tecnología detrás", precisa el Ing. Barthélemy d'Ans, especialista en la materia encargado de dictar el Coloquio de Física N° 100, con el tema “Astronomía cultural: Commision 41 WG Astronomy and World Heritage de la Unión Astronómica Internacional”.
¿Cuándo aparece la arqueoastronomía como materia de estudio?
La conciencia de que los antiguos pueblos hacían astronomía científica viene siendo reconocida desde las primeras investigaciones que Gerald Hawkins en el siglo XX y otros autores hicieron en Stonehenge (Inglaterra) y en las pirámides de Egipto, allá por los años treinta y cuarenta. Los arqueólogos y los astrónomos que estudiaban estos vestigios empleaban conceptos de la astronomía occidental.
¿Y en nuestro continente?
Cuando comenzaron a estudiar la astronomía incaica, mesoamericana y de los indios americanos, se dieron cuenta que su metodología no funcionaba. Incluso llegaron a pensar que no había vestigios arqueoastronómicos aquí. Luego aparecieron nuevas interpretaciones (como las de Gary Urton) que nos han permitido entender mejor cómo los hombres de las Américas armaban su calendario, planificaban sus ciudades y se organizaban socialmente mediante la observación de los astros.
¿Cómo ha ido evolucionando la arqueoastronomía?
Antes, la arqueoastronomía simplemente veía la ubicación de los monumentos arqueológicos, si se encontraban alineados a los equinoccios o a los solsticios. Era muy cartesiana: si no había norte-sur-este-oeste, no hacían astronomía. Luego se incorporó la representación artística e iconográfica de la astronomía y ha ido evolucionando a lo que hoy llamamos “astronomía cultural”, que no solo se estudia al monumento tangible, sino también los usos y costumbres que estos tuvieron, ya sea de orden climático, ritual o productivo.
¿Qué disciplinas intervienen?
En el Perú, la arqueoastronomía está liderada por arqueólogos y es considera un componente adicional de una investigación arqueológica. Convoca a astrónomos pero también a ingenieros, antropólogos, topógrafos, arquitectos, y a diversos profesionales que sepan emplear el método científico y tengan bien claro cuáles son los movimientos de la Tierra y de los astros. Vamos viendo que con el tiempo las interpretaciones se van modificando. Lo interesante es que todo el mundo puede opinar al respecto y probablemente todo el mundo tenga razón.
A nivel mundial, desde 1981 se realiza el Simposio Internacional Oxford de Arqueoastronomía, que reúne cada cuatro años a los astrónomos que les gusta la arqueología y a los arqueólogos que les gusta la astronomía, así como una variedad de investigadores en diversas disciplinas. En todos estos años hemos ido limando asperezas y encontrando metodologías para ponernos de acuerdo. El último simposio se realizó en Lima el 2011 y el próximo será en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) este año.
La relación del antiguo poblador peruano con su entorno no se quedaba a nivel terrestre, sino que también era a nivel celestial…
Para los antiguos peruanos, la astronomía no solamente servía para orientarse, contar el tiempo o repartirse las labores, sino que también la utilizaban para la curación y la sanación. Creían que los elementos curativos de las plantas y animales se potenciaban en determinados momentos (por el paso de las estrellas o las mareas, por ejemplo) y en esas fechas realizaban sesiones de chamanismo. Entonces la observación y la utilización de la astronomía no solo era medible sino también perceptible, lo que complica más las cosas.
¿Hay alguna cultura preinca que haya desarrollado con mayor especialización la relación entre hombre y astronomía?
No hay una cultura particular que haya sobresalido del resto. Las poblaciones del antiguo Perú vivían en diferentes pisos ecológicos y cada civilización observaba el sol y las estrellas de una manera muy específica. Cada una adaptó su calendario de acuerdo a su principal proceso productivo: si estaba en la costa, la pesca; si estaba en un piso intermedio, algodón; y si estaba un poco más alto, coca o papa. Por eso tenemos una diversidad de arqueoastronomías en el Perú. Ya en el Incanato se tomó al sol como un dios unificador y se empleó el calendario cusqueño como base.
¿Cómo se maneja el estudio de la arqueoastronomía actualmente? ¿Se lleva cursos en pregrado o es una especialización profesional?
Por el lado de la arqueoastronomía solo hay un curso de pregrado con creditaje en el Perú. Hay muchos investigadores que trabajan este tema y se está poniendo un poquito más de moda. Nos gustaría contar con una masa crítica de arqueoastrónomos. Por el lado de la astronomía cultural, hay un tema pendiente: no hay un curso de historia de las ciencias en las universidades. No sabemos cómo se hizo la astronomía en la época de la conquista o la república, qué técnicas, instrumentos o mapas se emplearon para llegar a descubrimientos. Todo eso requiere ser preservado.
¿Entender cuál era la cosmovisión del antiguo Perú tiene alguna aplicación práctica hoy?
Se nos vienen grandes cambios climáticos en los próximos 50 o 100 años. Desde el punto de vista ecológico y productivo, la costa se verá beneficiada porque nos vamos a tropicalizar, habrá mayor cantidad de lluvias y regresarán los bosques húmedos. Podremos cultivar productos que antes se sembraban y que llegaron a ponernos en la cúspide de la humanidad en varias ocasiones de la historia. Pero tenemos que investigar más y saber qué hicieron los antiguos peruanos para aprovechar su entorno para que nosotros también nos adaptemos a estas nuevas condiciones con la tecnología de hoy.