Salud España , Salamanca, Viernes, 11 de diciembre de 2009 a las 16:54

Científicos de Salamanca y Madrid colaboran en el estudio del inicio de la replicación del ADN

El Instituto de Microbiología Bioquímica de la Universidad de Salamanca y el Centro de Biología Molecular 'Severo Ochoa' de la Universidad Autónoma de Madrid

JPA/DICYT Científicos del Instituto de Microbiología Bioquímica (IMB) de la Universidad de Salamanca y del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa de la Universidad Autónoma de Madrid colaboran en el estudio de la división celular y la replicación del ADN (ácido desoxirribonucleico). En concreto a ambos les interesa el inicio de este proceso, mediante el cual el ADN se duplica para que, tras la división celular, cada una de las células hijas tenga todo el material genético. Sin embargo, cada uno de los dos grupos investiga en organismos diferentes para determinar las claves esenciales comunes a todas las células.

 

Crisanto Gutiérrez, científico del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y, por lo tanto, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), al que también pertenece el IMB, ha explicado hoy en Salamanca que sus objetivos son "entender qué características en el genoma determinan los sitios en los que ocurre el inicio de la replicación", según ha comentado a DiCYT, objetivo que comparte con el laboratorio de Francisco Antequera, científico de la Universidad de Salamanca. Sin embargo, los salmantinos trabajan con una levadura y células humanas; mientras que el equipo madrileño utiliza una planta modelo denominada Arabidopsis thaliana.
 

Los dos grupos llevan años realizando intercambios científicos y tratan de conocer "en qué se diferencian, pero sobre todo en qué se parecen todas las células eucariotas", apunta el experto. En común tienen "una génetica muy poderosa". El trabajo de los científicos hace que ya existan en la planta modelo muchas mutaciones caracterizadas, de manera que "el análisis genético es importante, pero además se pueden hacer en paralelo experimentos bioquímico, aislamiento de regiones de ADN, etcétera", señala Gutiérrez.

 

"La particularidad de las plantas es que, al ser un organismo multicelular, su desarrollo es diferente del que ocurre en animales, lo cual tiene ventajas e inconvenientes a la hora de investigar. "Pasan ocho semanas entrel momento en que tenemos las semillas y el momento en el que la planta da unas nuevas, este ciclo de vida es muy rápido comparado, por ejemplo, con ratón, por ejemplo, siempre es más fácil trabajar con una planta transgénica", apunta.


En cualquier caso, "entender cómo se duplica el material genético y todos los procesos relacionados, como la expresión de los genes y la producción de las proteínas, o conocer cómo les afecta el daño ambiental es clave para comprender que una célula sea capaz de producir dos células iguales y normales", señala.

 

Dentro de una visión general, cualquier investigación sobre división celular tiene relación con enfermedades como el cáncer, pero además, en el caso del trabajo con Arabidopsis, hay una aplicación más inmediata en las plantas. "Controlar los procesos relacionados con el crecimiento de la planta, la capacidad de germinación en condiciones adversas de sequía o presencia de patógenos es clave", afirma, porque constituye la base para elaborar tratamientos y procesos que mejoren la vida de las plantas de interés agronómico.