Científicos vallisoletanos supervisan los ensayos de varios instrumentos que viajarán a Marte
Yolanda González/DICYT El catedrático del Departamento de Física de la Materia Condensada, Cristalografía y Mineralogía de la Universidad de Valladolid, Fernando Rull, coordina desde hoy y hasta el próximo miércoles los ensayos que se están realizando en Río Tinto (Huelva) de varios instrumentos que viajarán al planeta Marte en futuras misiones de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la norteamericana (NASA). Rull, que dirige la unidad asociada UVa-CSIC al Centro de Astrobiología, estará acompañado por el profesor de la Universidad alemana de Mainz, Goestar Klingelhoefer, que diseñó el Moessbauer, el instrumento que permitió el descubrimiento en Marte del mineral Jarosita.
El objetivo de estas pruebas, ha precisado el catedrático a DiCYT será “probar los instrumentos en condiciones reales de campo y buscar minerales que, en su génesis, tengan alguna relación con procesos genéticos marciamos”. Entre los instrumentos con los que se ensayará se encuentra el espectrómetro Rama-Libs, diseñado por el equipo de científicos internacionales que dirige Rull, y que viajará en la próxima misión de la Agencia Espacial Europea para explorar posibles restos de vida en Marte (Exomars) en 2013.
Junto al Raman-Libs, en Río Tinto también se comprobará el funcionamiento del Moessbauer, un instrumento que actualmente llevan dos de los rover que se encuentran en la superficie marciana, el Spirit y el Opportunity, y que también participará en la misión Exomars para identificar minerales que den pistas sobre la actividad de agua en el planeta rojo. Es por ello que el “interés” de estos ensayos, afirma Rull, es que los dos instrumentos “trabajen conjuntamente, que es como realmente trabajarán en Marte”, ya que, junto con un microscopio, son los tres elementos instalados en el brazo robótico del rover que viajará en la misión de la ESA.
Según ha explicado el científico alemán a DiCYT, en el Moessbauer que viajará en 2013 a Marte se han realizado mejoras respecto del original, ya que “incorpora un sistema de detección de la composición elemental de la materia que permitirá realizar una identificación de la química elemental de los minerales”. Este instrumento se “completará” con el Raman-Libs, “que es más sensible a la detección de minerales orgánicos y de agua”, explica Rull.
Los resultados de estos ensayos, que se completarán con algunas pruebas en el barranco El Jaroso (Sierra de Guadarrama) y el Cabo de Gata, se incluirán en un informe que se presentará a la Agencia Espacial Europea. En el caso del Raman-Libs, está previsto que se introduzcan algunas mejoras para volverlo a probar en el Ártico el próximo mes de agosto junto con otros instrumentos diseñados por la NASA.
Pero además de estos dos instrumentos, en Río Tinto se pretende probar cómo funcionan otros dos aparatos que viajarán a Marte. Se trata del Chemin, que analiza minerales mediante difracción y fluorescencia de Rayos C y que participará en la misión de la NASA Mar Science Laboratory, prevista para 2009, y el SOLID (Sign of Life Detector), un instrumento diseñado por el Centro de Astrobiología español que tiene como fin detectar e indentificar, mediante un biochip de proteínas, compuestos de bioquímicos y potenciales biomarcadores por lo que en un futuro resultará útil para estudiar actividad biológica en la superficie de Marte.
El Mossbauer, cuatro años en Marte | |
Antes de participar en la misión Exomars, el instrumento diseñado por el profesor Klingeljoefer viajará a finales del año próximo o principios de 2010 a la luna de Marte, Fogos, en una misión rusa que pretende detectar indicios de actividad de agua en este satélite. Por el momento, el Moessbauer ha permanecido en el planeta rojo durante cuatro años a través de misiones de la NASA. Durante este tiempo, su creador explica que su contribución más importante ha sido el descubrimiento de la Jarosita y la Goetita, dos minerales relacionados con la actividad del agua, que prueban que en Marte hubo agua, aunque parece que esta actividad estuvo poco tiempo funcionando y que desapareció al poco tiempo de formarse el planeta, hace unos 4.000 millones de años, aunque aún no se sabe por que, precisa el profesor. |