Ciencia España , Salamanca, Miércoles, 31 de octubre de 2018 a las 15:46

“Con el observatorio CTA estamos preparados para escuchar la sinfonía del universo”

Las X Jornadas CPAN, celebradas en Salamanca, han abordado la puesta en marcha de la red de telescopios de rayos gamma que desde La Palma y Chile permitirá estudiar aspectos desconocidos del cosmos

José Pichel Andrés/DICYT Entre las novedades expuestas en las X Jornadas CPAN, la reunión anual de la Red Consolider del Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear, que se ha celebrado esta semana en Salamanca, destaca la puesta en marcha del telescopio LST-1 en el Observatorio del Roque de los Muchachos de la isla canaria de La Palma. Este primer prototipo formará parte de la red Cherenkov Telescope Array (CTA), que permitirá estudiar el cosmos mediante la radiación electromagnética más potente que se conoce, los rayos gamma.

 

Manel Martínez, director científico del programa Severo Ochoa del Instituto de Física de Altas Energías (IFAE) de Barcelona, ha sido el promotor de la participación española en el proyecto. “Ya tenemos el primer telescopio y eso es un paso importante”, comenta en declaraciones a DiCYT, “pero todo el conjunto nos permitirá mirar el universo de energías más altas con la sensibilidad que necesitamos para empezar a responder muchas preguntas”.

 

Hasta ahora los científicos sólo habían podido estudiar el universo con luz visible, pero dentro de todo el espectro electromagnético supone tan solo una pequeña parte. “Es como si tratas de reconocer una melodía oyendo sólo una octava, es imposible identificarla”, pone como ejemplo. Sin embargo, el proyecto CTA permitirá pasar de la luz visible a los rayos gamma, la radiación más potente conocida. “Con estos nuevos instrumentos estamos preparados para escuchar la sinfonía del universo, todo lo que nos dice”, añade.


En el cosmos, los fenómenos que producen rayos gamma son “los más violentos y extremos”, como el nacimiento y la muerte de las estrellas en explosiones de supernova, los agujeros negros que "se comen" los astros a su alrededor, las estrellas de neutrones que al girar se convierten en las dinamos más potentes de universo, y así nos acercan a las condiciones más cercanas al propio Big Bang que dio origen al universo, de manera que esta nueva red de telescopios permitirá entender objetos que se formaron poco después.


Agujeros negros y materia oscura


“Las estrellas normales, como nuestro Sol, que durante su periodo normal de vida está emitiendo luz visible, no llegan a producir rayos gamma de muy alta energía. Sin embargo, tenemos los agujeros negros, las estrellas de neutrones y la materia oscura forman parte de este tipo de fenómenos que ahora podremos estudiar mejor, porque son piezas del puzle de nuestra comprensión del universo que no entendemos ya que hay suficientes datos para saber cómo funcionan en realidad. La astronomía de rayos gamma es la ventana que estamos abriendo para investigarlos”, afirma Manel Martínez.


En La Palma se instalarán cuatro telescopios de gran tamaño, como el recientemente inaugurado, y otros 15 de tamaño mediano, mientras que el desierto de Atacama, en Chile, tendrá estas mismas instalaciones además de otros 70 telescopios de tamaño más pequeño. “Nuestro observatorio del hemisferio norte estará en operación para 2025 como muy tarde. El sur es más grande y aún no hay un acuerdo con Chile, pero esperamos cerrarlo antes de finales de este año. También se podría completar con otros cinco o seis años de trabajo”, explica el experto.


Dos sedes, un observatorio


Las dos sedes se conciben como un solo observatorio para ver todo el cielo, un ojo en el norte y otro en el sur que trabajan de manera conjunta. No obstante, si el proyecto de Chile se retrasara, el norte podría trabajar por su cuenta, ya que ponen el foco en distintos aspectos.


“Desde el hemisferio sur se puede ver el centro de nuestra galaxia, el núcleo de la galaxia y una muy buena parte del plano galáctico. Eso desde el norte no es posible, cada observatorio tiene su cielo. El de La Palma está más enfocado en las fuentes extragalácticas. Por ejemplo, los agujeros negros que interesan desde el norte son los que se llaman supermasivos, que tienen miles de millones de masas solares y una complejidad tremenda. No tenemos una idea clara de cómo han llegado a aparecer, pero sabemos que están en la mayoría de las galaxias y están activos, por eso producen rayos gamma”, explica. En cambio, desde el sur se ven agujeros negros que vienen de muertes de estrellas.


Por eso, los científicos no necesitan tener la red al completo para ponerse a trabajar. De hecho, “quizá los descubrimientos más espectaculares tengan lugar antes”. En La Palma llevan 15 años trabajando con dos telescopios que han servido de avanzadilla del proyecto. “Los telescopios MAGIC han alcanzado el máximo de su producción científica. Ahora es cuando los entendemos mejor y sabemos dónde hay que apuntar para encontrar la respuesta a nuestras preguntas. Están empezando a funcionar junto con el nuevo telescopio y, a medida que vayamos añadiendo otros, el sistema será más grande”, apunta Manel Martínez.