Espacio España , Castilla y León, Lunes, 21 de octubre de 2019 a las 15:06

Describen un nuevo tipo de tormenta intermedia en Saturno

En 2018, el gigante gaseoso registr贸 cuatro tormentas de entre 4.000 y 8.000 kil贸metros de tama帽o, un evento nuevo que se desv铆a de los dos tipos de tormentas generales establecidos por la comunidad cient铆fica

DICYT - ¿Se imaginan una tormenta de miles de kilómetros? En la Tierra esto supondría un caos total, pero en los planetas gigantes de nuestro Sistema Solar, como Saturno, esto es algo relativamente común. De hecho, un equipo de científicos acaba de describir en ‘Nature Astronomy’ un nuevo tipo de tormenta intermedia en Saturno, de entre 4.000 y 8.000 kilómetros, un evento que sirve para ampliar el conocimiento sobre la meteorología de este gigante gaseoso.


El estudio, liderado por la Universidad del País Vasco, cuenta con la participación de investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña, la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) y la Universidad de Valladolid, el centro Goddard de la NASA, la Universidad de California, el Observatorio Esteve Duran, el Observatorio Broken Hill, la Sociedad Astronómica de Francia, la Universidad Hampton y el Instituto Tecnológico de California.


La comunidad científica divide las tormentas convectivas de Saturno en dos tipos generales. Por un lado, las tormentas de tamaño medio, de unos 2.000 kilómetros de ancho, que aparecen como sistemas irregulares de nubes brillantes que evolucionan rápidamente en unos pocos días. Por otro, están las Grandes Manchas Blancas, unas tormentas gigantes que se producen a escala planetaria aproximadamente cada 30 años, diez veces más grandes que las primeras y con varios meses de duración. De hecho, solo se han observado siete veces desde 1876.


“Las tormentas en Saturno se dan de forma de forma aislada. Es el caso de las Grandes Manchas Blancas, que pueden ser del tamaño de tres veces nuestro planeta y son realmente espectaculares”, explica a DiCYT José Francisco Sanz Requena, investigador de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) de Valladolid que ha participado en el estudio. De hecho, la última Gran Mancha Blanca, registrada en 2011, también fue estudiada por el grupo de investigación y protagonizó una portada de ‘Nature’.


En esta ocasión, los investigadores han detectado un nuevo tipo de tormenta intermedia. En 2018, en el Polo Norte de Saturno, observaron cuatro grandes tormentas de entre 4.000 y 8.000 kilómetros de tamaño, la primera de las cuales duró más de 200 días. Se formaron secuencialmente en latitudes cercanas, se encontraron y chocaron entre sí, produciendo un evento que duró al menos ocho meses.


“Hemos encontrado varias tormentas a una latitud muy extraña, porque normalmente se generan más al sur, en la zona ecuatorial, y este nuevo tipo se ha observado en lo que es el borde del denominado hexágono de Saturno, en el Polo Norte”, detalla el investigador de la UEMC.


Las simulaciones realizadas por los investigadores indican que cada una de las nuevas tormentas registradas requiere energías diez veces más grandes que las tormentas de tamaño medio, pero esta energía es 100 veces más pequeña que la necesaria para que se produzca una Gran Mancha Blanca, por lo que constituirían un nuevo tipo.


El hallazgo ha sido posible gracias a las imágenes del telescopio espacial Hubble y de la desaparecida sonda Cassini, cuya misión fue precisamente estudiar Saturno. También han utilizado un instrumento propio llamado PlanetCam instalado en el Observatorio de Calar Alto (Almería) e imágenes de una red de observadores aficionados.


Sanz Requena forma parte desde hace una década del Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco (UPV). Una de sus principales líneas de investigación es el estudio de la atmósfera de los planetas gigantes gaseosos, como son Júpiter y Saturno, aunque el equipo también trabaja en la atmósfera de Venus y colabora en las dos próximas misiones a Marte.

 

 

 

Referencia
Sánchez-Lavega, A. et al (2019). A complex storm system in Saturn’s north polar atmosphere in 2018. Nature Astronomy https://doi.org/10.1038/s41550-019-0914-9