Environment Argentina , Argentina, Friday, February 14 of 2020, 07:06

Descubren una nueva especie de dinosaurio carnívoro que habitó la Patagonia hace 90 millones de años

Fue hallada al noroeste de la provincia de Río Negro, a 25 kilómetros de la ciudad Villa El Chocón

Agencia CTyS-UNLaM /DICYT La nueva especie, bautizada como Tralkasaurus cuyi, es mucho más pequeña que los dinosaurios carnívoros del grupo de los terópodos abelisaurios conocidos hasta ahora. Medía alrededor de cuatro metros y fue hallada al noroeste de la provincia de Río Negro, a 25 kilómetros de la ciudad Villa El Chocón.


El investigador Mauricio Cerroni del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN) y del CONICET indicó a la Agencia CTyS-UNLaM que “los materiales encontrados son diagnósticos para describir a esta nueva especie: del cráneo se encontró el hueso maxilar que forma parte del hocico, el cual aun preserva los dientes”. (ver video)
“En cuanto al resto del esqueleto, se hallaron costillas cervicales, que salen del cuello y son muy largas, por lo que se piensa que son tendones que se fosilizaron; además, se encontró parte del espinazo de la cadera y de la cola”, relató el autor principal del estudio publicado en la revista Journal of South American Earth Sciences.


El doctor Federico Agnolín, también investigador del MACN, del CONICET y Fundación de Historia Natural Félix de Azara, observó que “el tamaño corporal del Tralkasaurus es más pequeño que el de otros carnívoros de su grupo, los abelisaurios, ya que ronda los cuatro metros de longitud, mientras que los conocidos previamente tienen entre siete y once metros”.


En el grupo de los dinosaurios terópodos se encuentra, por ejemplo, el famoso Tyrannosaurus rex, oriundo de Norteamérica -que alcanzó los 14 metros-, o el Carnotaurus sastrei de Chubut -el cual también obtuvo cierta fama en Hollywood con una película de Disney- que rondaba los 10 metros de largo. “El Tralkasaurus, por ser mucho más pequeño, revela que el grupo de los terópodos abelisaurios abarcaba un nicho ecológico mucho más amplio de lo que se pensaba”, aseguró Cerroni.


Si bien su talla es muy reducida en comparación al Tyrannosaurus o al Carnotaurus (una especie que poseía cuernos), este nuevo dinosaurio de Río Negro comparte con ellos las características de ser un animal bípedo, de cuello corto y musculoso, con cuatro garras en cada una de sus patas posteriores, en tanto que sus brazos también eran muy cortos en relación a su cuerpo y los huesos de sus extremidades eran ligeros y huecos.
Según los autores de este estudio, es posible que Tralkasaurus se alimentara de los pequeños dinosaurios herbívoros conocidos como iguanodontes, que fueron encontrados por el mismo equipo de paleontólogos en localidades cercanas, junto con otras especies como tortugas y lagartos.


“Una de las importancias de este nuevo descubrimiento es que nos ayuda a definir los hábitos ecológicos tanto de los dinosaurios carnívoros como así también de los herbívoros”, mencionó Cerroni.


Las particularidades del “reptil trueno”


El doctor Federico Agnolín precisó a la Agencia CTyS-UNLaM que “el hocico de esta nueva especie presenta mucha ornamentación, es decir, una superficie externa marcada por rugosidades, lo cual es una característica de estos carnívoros, lo que nos hace suponer que, en lugar de tener cuernos como el Carnotaurus, podría tener estructuras córneas pequeñas o poco desarrolladas”.


En tanto, Cerroni destacó una particularidad en los huesos de la región media de la columna de esta nueva especie: “Hay un elemento que sostiene a la costilla que es muy delgado, algo que nunca se ha visto en ningún otro grupo de carnívoros”.


El nombre con el que fue bautizado este nuevo dinosaurio abelisáurido proviene del Mapundungum, coloquialmente conocida como lengua mapuche, y significa “Reptil Trueno”. El segundo nombre “cuyi” hace referencia al lugar donde fue encontrado, la meseta de El Cuy, de la provincia de Rio Negro.


Del estudio de esta nueva especie hallada en el Embalse Ezequiel Ramos Mejía, también participaron los investigadores Matías Motta, Alexis Aranciaga Rolando, Federico Brissón Egli y Fernando Novas del MACN y del CONICET.