El estudio de la oxidación en plantas y microorganismos puede lograr avances en Medicina
JPA/DICYT Bob Buchanan, profesor de la Universidad de California en Berkeley, ha resumido hoy 50 años de investigación en el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa, centro del CSIC) acerca de sus estudios sobre los procesos de oxidación de microorganismos y plantas. La idea de este destacado experto, que en la actualidad colabora con investigadores del Irnasa y otros científicos españoles, es que el conocimiento en este campo puede ayudar a avanzar a otros investigadores que estudian enfermedades humanas, como el cáncer o patologías neurodegenerativas en las que también intervienen procesos de oxidación.
Buchanan empezó a trabajar con bacterias anaerobias facultativas, es decir, bacterias que pueden desarrollar su metabolismo a través del oxígeno o al margen de él, en particular con la clase clostridia. Su trabajo derivó hacia el campo de las plantas y descubrió hace más de 30 años que las tiorredoxinas, pequeñas proteínas previamente caracterizadas en bacterias, funcionan en plantas regulando la fotosíntesis, actuando como un sensor que permiten a los cloroplastos diferenciar la luz de la oscuridad. Algunas de estas proteínas pueden actuar como "despertador" en la germinación de cereales, lo cual ha derivado en importantes aplicaciones tecnológicas.
El científico estadounidense ha estudiado la regulación redox en los cloroplastos, es decir, cambios en los estados de oxidación, pero desde hace poco tiempo ha empezado a trabajar en arqueas, microorganismos unicelulares que estaban considerados como un tipo de bacterias, pero que en la actualidad se clasifican aparte. El equipo de Buchanan en la Universidad de California está intentando entender "cómo ha ocurrido la evolución hasta que las plantas han desarrollado esa regulación redox" que hoy en día se estudia ampliamente en muchos campos. En su opinión, los conocimientos que se obtienen de estos organismos pueden tener "importantes aplicaciones en Medicina", según ha comentado en declaraciones a DiCYT.
"Muchos tipos de cáncer o la enfermedad de Parkinson", pone como ejemplos el investigador, "están relacionados con procesos de oxidación, por eso, si de alguna manera se entiende en arqueas, bacterias y plantas cómo funciona la regulación oxidativa y la regulación redox en general, podemos intentar aplicar estos conocimientos a la Medicina", asegura.
En definitiva, se trata de intentar dar las bases moleculares para ayudar a los especialistas que investigan estas enfermedades. "Este es un grupo de organismos diverso e inexplorado, de manera que se pueden encontrar nuevos secretos y, si de alguna manera conocemos todo en todo tipo de organismos, seguro que al final siempre se puede aprender algo", señala.
Buchanan colabora en la actualidad con la Universidad de Sevilla y con el grupo de Mónica Balsera, del Departamento de Estrés Abiótico del Irnasa, centro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Salamanca.