"El futuro del tratamiento del lupus está en las terapias biológicas"
IGC/DICYT El lupus es una enfermedad autoinmune con unas tasas de prevalencia en Europa de 40 casos por cadad 10.000 habitantes. Sin embargo, "la incidencia está subiendo", comenta Elvira Díez Álvarez, doctora del servicio de Reumatología del Hospital de León. En su consulta atiende más de 150 pacientes con esta enfermedad, de la que aún se desconocen las causas concretas. Reconoce que las terapias son cada vez más efectivas, puesto que la tasa de supervivencia a cinco años es hoy del 95%. La investigación actual busca nuevas terapias que mejoren la calidad de vida del paciente. La doctora ha impartido hoy una charla en el Hospital sobre los últimos avances científicos en la enfermedad.
Según la doctora Díez Álvarez, los avances en el diagnóstico consisten en que los criterios de clasificación, establecidos por el Colegio Americano de Reumatología, "se están ajustando por los últimos descubrimientos, ya que la última revisión data de 1982". Los criterios para clasificar al paciente se basan en los síntomas, que suelen ser cutáneos (erupciones, fotosensibilidad), pulmonares (inflamación, que puede derivar en insuficiencia), neurológicos (cefalea, epilepsia), del aparato locomotor, etc. "Se trata de hacer un diagnóstico más precoz, porque así se aplicará antes el tratamiento eficaz y se evitará una lesión orgánica irreversible", resume.
En cuanto a los avances científicos en los tratamientos contra el lupus, "se ha producido un desarrollo muy importante en los últimos diez años de ensayos clínicos". Las innovaciones van desde el ajuste de los fármacos que existen actualmente (ciclofosfamida, cloroquina) para conseguir que sean "eficaces, menos tóxicos y ofrezcan al paciente mejor calidad de vida", hasta diferentes niveles de desarollo de otros nuevos, como los inmunomoduladores, que, según la doctora Díez Álvarez, "están empezando a demostrar su eficacia y, además, no tienen los efectos adversos que puede tener, por ejemplo, la ciclofosfamida". Los inmunomoduladores son fármacos que actúan reduciendo el sistema inmune y que se usan, por ejemplo, para prevenir rechazos en implantes.
Transplantes hematopoyéticos
Sin embargo, "el futuro está en las terapias biológicas, que están actualmente en fase de ensayo", comenta la doctora leonesa. Las terapias biológicas consisten en anticuerpos que actúan frente a un receptor determinado de linfocitos, que los 'elimina' y reduce así la actividad inflamatoria en que consiste el lupus. Estas nuevas terapias "producen una respuesta muy buena en pacientes con manifestaciones refractarias y, además, son seguros porque no aumentan las infecciones". Otro campo en el que se están produciendo avances científicos, según la doctora Díez Álvarez, es en el transplante de células madre hematopoyéticas: primero se 'destruye' el sistema inmune del paciente con ciclofosfamida en dosis altas y luego se sustituye con precursores hematopoyéticos (células de la sangre) obtenidos de la médula del propio paciente.
En su opinión, "se ha mejorado mucho la supervivencia de esta enfermedad. En los 60, era de un 50% a los cinco años, y ahora es de un 95%". Sin embargo, "hay que mejorar más cosas, sobre todo en cuanto a la calidad de vida del paciente". En su consulta del Hospital de León trata unos 150 casos de lupus, pero "la incidencia está aumentando", sobre todo en Estados Unidos (donde hay registros más exahustivos). Este aumento respondería en parte a la mejora del diagnóstico, pero también hay otros factores. "Parece que puede influir la reducción de la capa de ozono", comenta Díez, además de los factores raciales (los afroamericanos, por ejemplo, tienen más casos). Los datos de prevalencia en Europa son de 40 casos por 100.000 habitantes.