“El ictus ya es la primera causa de mortalidad entre los menores de 55 años”
Cristina G. Pedraz/DICYT El ictus es una enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro. Se produce cuando éstos se rompen o son taponados por coágulos u otras partículas, lo que impide nutrir a las células del cerebro de oxígeno, que terminan muriendo. Como consecuencia de esta situación, los afectados pueden sufrir diversas discapacidades e incluso fallecer. Juan Francisco Arenillas Lara, director de la Unidad de Ictus del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, asegura que esta enfermedad “ya es la primera causa de mortalidad entre los menores de 55 años, por delante de los accidentes de tráfico, y de incapacidad”, por lo que es necesario hacer hincapié en la difusión de los factores de riesgo, como “la herencia o carga genética”.
En la jornada de hoy se celebra el Día Mundial del Ictus. En el caso de España, se ha escogido el eslogan Por nuestra juventud, que tu cerebro siga vivo, en referencia al hecho explicado por el doctor, quien la pasada semana coordinó una jornada regional sobre atención al ictus a la que asistieron cerca de 200 profesionales y los mejores especialistas del país. En cuanto a las conclusiones obtenidas del encuentro, Juan Francisco Arenillas apunta que “en una comunidad como Castilla y León, tan extensa y con una población tan dispersa, para lograr una buena atención universal es necesario establecer colaboraciones y trabajar en las redes de ictus”.
Esta colaboración entre hospitales se llevaría a cabo además con otras especialidades médicas y no médicas vinculadas, así como con la administración. El objetivo, recalca en declaraciones a DiCYT, es lograr un asistencia “universal” al menos en el tratamiento básico, como es el trombolítico en las primeras cuatro horas y media tras producirse el accidente cerebrovascular y el tener acceso a una valoración neurológica “lo más pronto posible”. El tratamiento trombolítico consiste en administrar medicamentos por vía intravenosa para disolver coágulos de sangre en la arteria.
Centros terciarios de referencia
Por otro lado, subraya el doctor, se llegó a la conclusión de que el futuro pasa por desarrollar el “terciarismo” en el ictus, es decir, “crear centros terciarios de referencia bien dotados que sean capaces de ir administrando los tratamientos y los métodos de diagnóstico más avanzados en esta enfermedad”. Se estima que un centro terciario de ictus está calculado para las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona y debe dar cobertura a unos dos millones de personas. En el contexto regional, advierte el especialista, habría que adaptarlo para menor población pero en cualquier caso “tiene que trabajar en red con centros de niveles inferiores, de manera que se teja una red de hospitales y que cada uno sepa lo que puede hacer, que existan unos criterios de derivación de unos hospitales a otros”.
Otra de las claves de futuro que se abordó en la jornada fue la telemedicina, que en Castilla y León “puede ser una solución para llevar el tratamiento trombolítico a aquellas zonas donde muy difícilmente se va a poder llevar una guardia de neurología y no pueden estar probablemente dotadas con unidades de ictus”.
Estrategia regional de ictus, en los próximos meses
Para tratar estos asuntos, se ha creado un grupo de expertos en la comunidad formado por neurólogos vasculares, especialistas de otras áreas y la administración. La idea, avanza el doctor, es conformar en los próximos meses “un plan estratégico para la región que asegure que en el mínimo tiempo posible el tratamiento trombolítico sea una realidad no sólo en las zonas de referencia de Valladolid, Burgos, León, Salamanca y Segovia”, sino también en Ávila, Soria y otras zonas dentro de las provincias que actualmente “no están bien cubiertas”. En estos momentos, por ejemplo, el Hospital Clínico es centro de referencia para toda la provincia de Valladolid y Palencia, y también para la zona norte de Ávila y Segovia.
No obstante, Juan Francisco Arenillas señala que en la jornada se comprobó que la situación de la región respecto al resto de comunidades españolas “no es mala”, pese a que no se llegue a los niveles de Cataluña o Madrid. “Estamos bien situados, sobre todo en los últimos dos o tres años ha habido un desarrollo exponencial en cuanto al número de unidades de ictus y el número de pacientes tratados, estamos por el buen camino si seguimos en esta progresión”, concluye.
Incidencia del ictus en España | |
Según datos de 2008, cada año aparecen 90.000 nuevos casos de ictus en España, y su tasa de incidencia está en 150-200 casos por cada 100.000 habitantes y año. De las personas afectadas, el 85% es mayor de 45 años, y el 40% de los que logran sobrevivir quedan con algún tipo de incapacidad moderada o grave e, incluso, el 75% debe dejar de trabajar. |