Tecnología España , Salamanca, Viernes, 07 de mayo de 2004 a las 20:15

El láser de Físicas comienza a dar sus frutos

El Fotón Charro podría colaborar en la puesta en marcha del primer láser de rayos X que se ubicará en España

Ana Victoria Pérez/DICYT El grupo de investigación El Fotón Charro, perteneciente al Departamento de Óptica de la Universidad de Salamanca, tiene varios proyectos de investigación sobre la mesa desde que, el pasado mes de diciembre, se presentase oficialmente el láser de titanio-zafiro que se ubica en la Facultad de Físicas. Entre estos proyectos destacan los contactos que ha establecido el grupo de trabajo, que coordina el profesor Luis Roso, con la Universidad Autónoma de Barcelona para participar en la construcción del primer láser de rayos X (cuya denominación técnica es sincotrón) que se instalará en España. Entre otras líneas de trabajo los investigadores salmantinos han establecido una colaboración con la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Sevilla, a la que se está prestando asesoramiento para realizar microagujeros en un nuevo material para nebulizadores (dispositivos que transforman un líquido en partículas muy finas para su pulverización).

Tal y como ha manifestado a DICYT Luis Roso, "ya hemos establecido contactos con la Universidad Autónoma de Barcelona para colaborar con ellos en el desarrollo del futuro sincotrón que se instalará en la comarca catalana del Vallés, aunque es un proyecto cuyo desarrollo está previsto muy a largo plazo, hasta 2010".

El sincotrón es en realidad un haz de luz capaz de emitir pulsos luminosos con un espectro que va desde la radiación infrarroja hasta los rayos X. La capacidad que tiene el láser ubicado en Salamanca para generar pulsos muy intensos (de hasta medio terawatio) y de corta duración, hacen que esta sea la fuente de luz adicional más apropiada para dotar de precisión al futuro sincotrón de Barcelona. De ahí la posibilidad de colaboración entre ambas universidades.

 

El sincotrón catalán dará servicio a unos 160 grupos de investigación, y tendrá aplicaciones en Biología y Biotecnología, en la investigación de nuevos materiales como polímeros sintéticos y biológicos y en el estudio de interacciones entre gases y superficies que se utilizan en microelectrónica.

Un pararrayos de electrones

Un segundo proyecto en el que trabajan actualmente los integrantes de El Fotón Charro es la investigación en fenómenos de filamentación de gases: experimentos en los que se ioniza el aire excitando los electrones de los átomos que lo componen para generar un tubo de carga. En realidad se trata de conseguir un cable conductor compuesto de electrones sueltos que atraería las descargas eléctricas, con lo que se convierte en un pararrayos muy potente. Según explica el profesor Roso "nos gustaría contar con empresas interesadas en financiar el desarrollo de esta tecnología, que creemos sería muy adecuada para evitar descargas en lugares especialmente sensibles como centrales eléctricas o nucleares".

Reduciendo la potencia utilizada del láser (tan sólo hacen falta unos 10 gigawatios) los miembros de El Fotón Charro han encontrado nuevas aplicaciones de la tecnología láser a más corto plazo. Por el momento están colaborando con la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Sevilla para estudiar la realización de microagujeros en un nuevo material. Se trata de un polímero muy resistente que se utiliza en la fabricación de nebulizadores. 

 

Se buscan empresas
A la espera de constituirse oficialmente como servicio universitario, el equipo del profesor Luis Roso echa en falta iniciativas empresariales en la comunidad autónoma que apuesten por su trabajo.
"Nos gustaría que hubiese empresas interesadas en financiar la investigación, ya que entre nuestros futuros proyectos está el que el láser siga creciendo y poder ampliar su potencia hasta los 20 terawatios", apunta Roso. La especiales características del láser salmantino, que evita los daños de los tejidos adyacentes a la zona en la que incide, le harían adecuado para desarrollar nuevas técnicas de cirugía refractiva aplicables a intervenciones oculares y un campo menos explorado, como es el de las intervenciones odontológicas.