Ciencia España , Salamanca, Miércoles, 24 de septiembre de 2008 a las 19:31

"El mayor descubrimiento que puede hacer el LHC es no hallar la partícula de Higgs"

Álvaro de Rújula, director de la División de Física Teórica del CERN, ofrece hoy una conferencia en Salamanca

José Pichel Andrés/DICYT Recién llegado de Ginebra (Suiza), Álvaro de Rújula, director de la División de Física Teórica del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), ofrece hoy una conferencia en Salamanca, concretamente, en el Aula Cultural de Caja Duero, situada en la Plaza de los Bandos de la capital. Este experto es uno de los científicos españoles que participa en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, según sus siglas en inglés), para muchos, la investigación científica más importante de la historia.

 

Este científico no es el único español con un peso importante dentro del CERN. "La aportación española al laboratorio en el que se construye este conjunto de aparatos es del 7% del presupuesto, una buena fracción del personal y una buena fracción del esfuerzo", ha declarado a DiCYT a su llegada a Salamanca. "Los españoles somos muy fuertes en Física Teórica y un poco menos en Física Experimental y el motivo es que la segunda cuesta dinero y los físicos teóricos no costamos casi nada", afirma.

 

Sin embargo, Álvaro de Rújula ha llegado a Salamanca de la mano de la Fundación Caja Duero no sólo para hablar del ya famoso LHC, sino para tratar de explicar conceptos más generales del origen y de la situación actual del Cosmos. "El Universo está en expansión. Cuando era más joven, estaba más concentrado, y cuando uno concentra algo, por ejemplo, un gas, como hacemos al hinchar la rueda de una bicicleta, el gas en cuestión se calienta. Si el Universo estaba más concentrado en el pasado, estaba también más caliente, es decir, que la energía de las partículas que lo componen era más alta. Para entender el Universo a alta temperatura o a alta energía, hace falta entender las leyes de la naturaleza a alta energía y eso es lo que estudiamos en el LHC: por así decirlo, el manual de funcionamiento del Universo.

 

El vacío: la sustancia más sencilla


Rújula comentará también uno de los grandes retos que tiene por delante la Física, averiguar de qué se compone la materia y la energía oscura, que suman el 95% del Universo. Sin embargo, en su opinión, "si el LHC aclara algo sobre materia oscura y energía oscura lo hará por alguna razón que no sospechamos". Aún así, "una de las cosas que busca el acelerador tiene que ver con la energía oscura: el vacío es lo que queda cuando uno quita todo lo que puede quitar, pero no es un ente inerte, sino que es una sustancia que provoca que el Universo se esté expandiendo en este momento de manera acelerada. Unos pedazos de vacío de un lado repelen otros pedazos de vacío de otro lado y creemos que esa repulsión gravitacional está en la base del fenómeno". En cualquier caso, "el vacío es una sustancia y, como tal, la podemos hacer vibrar y las vibraciones de una sustancia a un nivel fundamental son partículas. Y la partícula que correspondería a las vibraciones del vacío es lo que llamamos partícula de Higgs, el criminal más perseguido por nuestra investigación", bromea. "Vamos a intentar fabricarla. Si existe, lo conseguiremos y, si lo conseguimos, la estudiaremos y, si la estudiamos, nos dará pistas sobre la naturaleza del vacío, que es la sustancia más sencilla pero la que menos entendemos", matiza.

 

La importancia de hallar la partícula de Higgs radica en que completaría el modelo estándar de partículas elementales que han desarrollado los físicos teóricos, en el que también ha trabajado Álvaro de Rújula. "Sabemos mucho de las partículas de las que estamos hechos y ese entendimiento se llama modelo estándar", explica. No encontrar la famosa partícula de Dios, como algunos la han llamado debido a su importancia, podría suponer replantear todo el modelo o sustituirlo por otro. Por eso, el científico español afirma que "probablemente el mayor descubrimiento que pudiera hacer el LHC sería no encontrar la partícula de Higgs, sería como ir a América y que ya no estuviese allí, pero es muy difícil que Isabel la Católica te pague un segundo viaje si no has encontrado nada, por eso es difícil hacer entender que el no descubrir algo sería el mayor descubrimiento".

 

Apostar va contra la Ciencia

 

Este experto prefiere no hacer apuestas públicas sobre el posible hallazgo de la partícula, como ya han hecho científicos, entre ellos, Stephen Hawking, convencido de que no se encontrará. "Yo prefiero mantener mi propia incertidumbre, apostar es un prejuicio y un prejuicio va contra la Ciencia", sentencia.

 

Álvaro de Rújula es doctor en Física Teórica por la Universidad Complutense de Madrid y ha desarrollado sus investigaciones en el campo de las partículas elementales, en particular, en Física de neutrinos y Cosmología. En la actualidad es director de la División de Física Teórica del CERN, en Ginebra, y es profesor de la Universidad de Boston. Los proyectos que desarrolla hoy por hoy se centran en la Física de rayos cósmicos y de rayos gamma, así como en los tests de diversas teorías que se han de realizar en el acelerador de partículas más grande y más potente del mundo, el LHC.

 

La avería tendrá parado el LHC hasta abril 
 
A pesar de la euforia que ha generado entre la comunidad científica la puesta en marcha del LHC, pocos días más tarde de activarse, el acelerador de partículas más grande del mundo ha tenido que parar debido a una avería. Este contratiempo "va a suponer un retraso hasta abril", asegura Álvaro de Rújula. "Es un gran retraso, pero en el plan previo ya estaba previsto parar en diciembre, de manera que íbamos a hacer muy poco hasta entonces. En la práctica, no se pierde mucho tiempo, porque en el periodo invernal la electricidad es más cara y no podemos pagárnosla debido esencialmente a las calefacciones. Lo que se pierde es el entusiasmo, porque todo el mundo estaba muy contento de haber arrancado este automóvil de Fórmula 1", comenta. El contratiempo se debe a una conexión defectuosa entre dos imanes. "Básicamente consisten en unos cables por donde pasa electricidad, pero muy sofisticados. Debían tener mal hechas las conexiones y han saltado. Naturalmente, uno se asusta pensando en que puedan saltar más, así que supongo que los técnicos pasarán bastante tiempo comprobando todas las conexiones en los 1.500 imanes que hay de este tipo". Las partículas tienden a desplazarse en línea recta y estos imanes "son como guardafuegos de carreteras", ejemplifica el científico, "evitan que las partículas se salgan de su trayectoria circular".