El pelo de cerdo se puede transformar en aminoácidos útiles para la industria
José Pichel Andrés/DICYT Un dicho popular afirma que del cerdo se aprovecha todo, pero eso no es absolutamente cierto. El pelo de este animal no sólo no tiene utilidad, sino que genera un problema de contaminación porque no existe ninguna manera de eliminarlo de forma eficaz. Aunque puede parecer un problema menor, en zonas con una muchas explotaciones porcinas, como es el caso de Salamanca, los residuos adquieren un volumen considerable, por eso el Departamento de Ingeniería Química y Textil de la Universidad de Salamanca ha desarrollado un sistema para transformar el pelo de cerdo en aminoácidos aprovechables para alimentación o cosmética. Por el momento, es sólo un experimento de laboratorio, pero en el futuro podría desarrollarse para crear un centro de tratamiento específico para este tipo de residuos.
"El pelo de cerdo es un problema, sobre todo en una provincia como Salamanca, con una gran cantidad de productores de jamón y otros derivados, así que tener cerdos supone generar mucho pelo de cerdo, pero este problema es extensible a toda España y a todo el mundo", afirma en declaraciones a DiCYT la investigadora María del Carmen Márquez Moreno, que trabaja en colaboración con los industriales vinculados a la Denominación de Origen Guijuelo, que suministran el residuo. "Los estudios que hemos hecho nos han permitido transformar el pelo de cerdo en aminoácidos, que tienen mucho valor y están muy demandados". Los aminoácidos son sustancias químicas orgánicas que constituyen los componentes fundamentales de las proteínas, de ahí que se puedan utilizar "en alimentación, tanto humana como animal, en cosmética y en aplicaciones farmacéuticas", en definitiva, que un amplio abanico de posibilidades.
Hasta ahora, para eliminar un residuo sólido como el pelo de cerdo sólo existían dos opciones: o se quemaba o se llevaba al vertedero. Quemarlo produce contaminación atmosférica y llevarlo al vertedero supone un problema aún mayor, porque la cantidad de pelo que se desecha se cuenta por toneladas al cabo de un año, de manera que incrementa el volumen de residuos intratables. Por otra parte, la legislación actual obliga a ir reduciendo la cantidad de materia orgánica que acaba en los vertederos convencionales. El problema es el gran volumen de residuos de pelo que se produce y la manera en que se trata.
El proceso
La transformación que lleva a cabo el Departamento de Ingeniería Química y Textil de la Universidad de Salamanca se realiza por hidrólisis, una reacción química provocada por el contacto entre el agua y otras sustancias que acaba por descomponer ciertas moléculas. En concreto, en este caso los científicos han ensayado dos vías: la hidrólisis enzimática y hidrólisis en condiciones subcríticas (con temperatura elevada, pero por debajo de la temperatura crítica del agua, es decir, aquella a partir de la cual no puede estar en estado líquido independientemente de la presión a la que esté sometida).
El tratamiento enzimático consiste en mezclar el pelo con agua en presencia de una enzima a una temperatura de entre 40 y 60 grados y una presión atmosférica determinada. La hidrólisis en condiciones subcríticas es un proceso similar, mezclando agua y pelo, pero sometiéndolos a una temperatura de entre 250 y 300 grados centígrados y la presión correspondiente a esa temperatura, que es superior a la atmosférica. "Los mejores resultados se han obtenido con el proceso subcrítico, ya que elimina todo el pelo y logra obtener aminoácidos", señala la experta. En este proceso, además de aminoácidos, se produce CO2. En cambio, con la enzimática aún quedan residuos de pelo, según los investigadores.
Hasta ahora, el estudio se ha realizado en el laboratorio y constituye parte de la tesis de la estudiante María Belén Esteban. Sin embargo, "el siguiente paso sería realizarlo en una planta piloto para después llevarlo a escala industrial". Es decir, el objetivo es que en un futuro podría haber un centro dedicado a esta transformación y que podría ubicarse en la provincia de Salamanca debido a la gran cantidad de pelo de cerdo que tiene que desechar.