El tratamiento con caballos mejora el trastorno autista
Marta Martín Gil/DICYT Los expertos definen autismo como un desorden del desarrollo caracterizado principalmente por una interacción social limitada, problemas de comunicación y actividades e intereses restringidos o poco usuales.
El trastorno del desarrollo se presenta normalmente durante los tres primeros años de vida de la persona y nunca desaparece. Se asocia a anormalidades en la estructura cerebral y a un desorden en la función neurológica, aunque su causa aún no se conoce. El autismo engloba diferentes grados de severidad, lo que hace que pueda ir desde un leve desorden de personalidad o trastorno del aprendizaje hasta comportamientos estereotipados o interacciones sociales muy limitadas. Pueden presentar importantes alteraciones en las áreas del lenguaje, juego simbólico, repertorio de conductas y socialización.
Por ello, se han desarrollado diferentes tipos de intervenciones que aplicadas de manera adecuada pueden promover un desarrollo relativamente normal y reducir los comportamientos no adaptativos. Una de ellas es la hipoterapia con la que se han conseguido algunos logros y que la Asociación de Autismo de Ávila ha comenzado a practicar en las instalaciones de Naturávila, gracias a la colaboración de la Diputación provincial.
La gran variedad de estímulos que proporciona el caballo en sus diferentes movimientos (impulsos tridimensionales, ritmo, simetría) permite al individuo recibir gran cantidad de información que junto con el ambiente que lo rodea permite mejoría a niveles físicos y psíquicos contribuyendo al desarrollo integral de la persona.
Dentro de esos beneficios hay que señalar en primer lugar los físicos, quizá los que se hacen más evidentes en menos tiempo. Así, dentro del área psicomotora los expertos destacan aspectos como la mejora del equilibrio y la postura; una correcta integración sensorial; el fortalecimiento de la musculatura; la mejora de la coordinación, los reflejos y la planificación motora; la mejora de la capacidad de relajación muscular; la reducción de patrones de movimiento anormales; la mejora de la motricidad general; la ayuda a la desensibilización; y la incentivación al juego.
En el área psicológica y cognitiva, no sólo les mejora la autoestima, sino que, además estimula su afectividad; mejora el control de sus emociones; potencia el sentimiento de normalidad que tanto les hace falta; favorece su autoconfianza; perfecciona su capacidad de atención; trabaja su memoria y mejora su comprensión y disposición.
El listado de beneficios que encierra la hipoterapia para personas con autismo se completa con aspectos relacionados con el área de la comunicación y el lenguaje, como la mejorar y estimulación de la comunicación gestual y oral; el incremento de su vocabulario y de frases mejor construidas; y la mejora de la articulación de las palabras.Y por último, dentro del área de socialización, gracias a la hipoterapia los chicos consiguen relacionarse con personas que no pertenecen al entorno familiar y escolar; crean relaciones de amistad con los compañeros; y desarrolla el respeto hacia los animales.