Escuchar las conversaciones entre manatíes podría ayudar a protegerlos
STRI/DICYT Escuchar las conversaciones entre manatíes podría ayudar a restablecer las poblaciones de este mamífero marino en peligro de extinción. Y es que cada manatí tiene su propia voz: sus llamados se pueden vincular a individuos específicos, y esto ofrece una manera de estimar la cantidad de manatíes presentes en un hábitat particular en un momento dado. Investigadores del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) y la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) propusieron un nuevo método para analizar los llamados entre manatíes a partir de grabaciones subacuáticas.
Las poblaciones de manatí antillano (Trichechus manatus manatus) han ido disminuyendo a lo largo de una década y se prevé que disminuyan un 20% adicional dentro de las próximas dos generaciones, según los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés). Hay algunas razones para esto. La mayoría se debe a la presión humana, como la caza ilegal, la degradación de su hábitat, las colisiones con botes y la contaminación.
Para contrarrestar esta situación, los científicos deben poder estimar el número de manatíes presente en un sitio determinado y entender cómo usan su hábitat. Sin embargo, en la provincia de Bocas del Toro los manatíes viven en aguas turbias, cubiertos por la vegetación acuática. Esto dificulta mucho utilizar los tradicionales métodos visuales de conteo.
"Estimar la población de manatíes en Panamá es como trabajar en la total oscuridad: no se puede contar lo que no se puede ver", dice el ecólogo marino de STRI, Héctor M. Guzmán. "Hicimos un primer intento hace unos años, empleando un sonar de barrido lateral dentro del humedal protegido, que arrojó buenos resultados preliminares. Sin embargo, no era un método adecuado para ríos no navegables con vegetación acuática densa".
Aunque difíciles de divisar, los manatíes a menudo se comunican entre sí bajo el agua, emitiendo silbidos, chillidos y chirridos para atraer a un compañero, advertir a sus vecinos de cualquier peligro o mantenerse en contacto con sus crías. Con esto en mente, los investigadores recurrieron al sonido.
"Trabajando con un maravilloso equipo de especialistas en procesamiento de señales de la UTP, creamos un nuevo horizonte para la investigación en manatíes, abriendo el campo para un sistema de monitoreo continuo de poblaciones basado en vocalizaciones", dijo Guzmán. "Ahora podemos identificar dónde, cuándo y quién está allí, algo que los ecólogos necesitamos para estimar el tamaño de la población y sus cambios en el tiempo y espacio".
El nuevo método propuesto para contar manatíes, basado en espectrogramas de sus vocalizaciones, se probó en una gran base de datos de grabaciones submarinas de los ríos Changuinola y San San en Bocas del Toro. Este esquema utiliza las peculiaridades de los sonidos de manatí para generar subgrupos individuales, con cada subgrupo correspondiendo a un solo manatí.
"Este enfoque requirió de la colaboración de distintos especialistas, y casi dos años de desarrollo y análisis, para procesar más de 375,800 clips de audio de dos minutos, recogidos durante tres años de monitoreo continuo, para poder contar e identificar exitosamente los manatíes de los humedales protegidos de Bocas del Toro", dijo Fernando Merchán, especialista en procesamiento de señales de la UTP y autor principal de la publicación.
Los científicos descubrieron que este método obtiene recuentos similares de manatíes que los encontrados en estudios anteriores, con otras técnicas. Al vincular las vocalizaciones individuales con manatíes específicos, este esquema de monitoreo acústico submarino podría convertirse en una herramienta valiosa para que los ecólogos infieran la presencia estacional de manatíes en ciertos sitios.
Con el apoyo de la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Panamá (SENACYT), este método se extenderá aún más para incluir humedales en la comarca indígena Ngäbe-Buglé de Panamá, y podría potencialmente implementarse en una serie de hábitats de manatíes en la región, como en México, Belice y Colombia, permitiendo comprender mejor los patrones de migración de manatíes y los cambios en la población regional.
Futuros proyectos de investigación, financiados también por la SENACYT, incluyen el desarrollo de un sistema de detección y alerta en tiempo real, que podría utilizarse para monitorear continuamente los ríos y humedales para evitar colisiones de botes, una de las principales causas de muerte de manatíes. El equipo también está interesado en desarrollar métodos de clasificación avanzados, que identifiquen el sexo y los rangos de edad de los manatíes a partir de sus vocalizaciones individuales, contribuyendo a una mejor comprensión de sus usos del hábitat para el apareamiento y lactancia y, en última instancia, ayudando a informar mejores políticas de conservación.
Los miembros del equipo de investigación están afiliados al Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales y a la Universidad Tecnológica de Panamá. La investigación fue financiada por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, la Universidad Tecnológica de Panamá, las empresas AES-Changuinola, S.R.L. y Gas Natural Fenosa Panamá (ahora Naturgy Panamá) y la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT).