Escuchar música al conducir disminuye el estrés cardíaco
AGENCIA FAPESP/DICYT – El estrés en el tránsito constituye un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y complicaciones cardíacas súbitas como el infarto, según consignan estudios publicados durante los últimos años. Una de las soluciones para disminuir este peligro puede consistir en seleccionar mejor la lista de reproducción musical para escuchar mientras se permanece al volante.
Un estudio realizado por investigadores de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), en su campus de la localidad de Marília, en Brasil, indicó que manejar escuchando música instrumental, por ejemplo, alivia el estrés del corazón.
Los resultados de esta investigación, que contó con el apoyo de la FAPESP - Fundación de Apoyo a la Investigación Científica del Estado de São Paulo, salieron publicados en la revista Complementary Therapies in Medicine.
Este trabajo contó con la participación de investigadores de la Universidad de São Paulo (USP, también de Brasil), de la Oxford Brookes University, Inglaterra, y de la Università di Parma, Italia.
“Constatamos que el escuchar música al manejar atenuó el estrés del corazón de las conductoras participantes en el experimento que realizamos”, declaró Vitor Engrácia Valenti, docente de la Unesp de Marília y coordinador del proyecto.
Los investigadores analizaron los efectos de la música en el estrés del corazón de cinco mujeres con edades entre 18 y 23 años, sanas y conductoras no habituales –que manejan entre una a dos veces por semana– y que sacaron su registro de conducir recientemente.
“Optamos por evaluar a mujeres que no son conductoras habituales porque las que manejan a menudo y desde hace más tiempo ya están mejor adaptadas a situaciones de estrés en el tránsito”, explicó Engrácia Valenti.
Las voluntarias fueron evaluadas durante dos días, en situaciones distintas y de modo aleatorio. Un día condujeron durante 20 minutos, en un trayecto de tres kilómetros, en una zona bastante movida de la ciudad de Marília, en el noroeste del estado de São Paulo, en horario pico −entre las 17:30 y las 18:30 –, sin escuchar música.
Otro ellas rehicieron el mismo trayecto con la misma duración y en el mismo momento del día, escuchando música instrumental con un equipo de sonido acoplado al coche, toda vez que el uso de auriculares al manejar está clasificado como una infracción de tránsito.
“Para aumentar el grado de estrés, manejaron un mismo coche, que no era el de ninguna de ellas, pues si cada una manejase su propio automóvil también estarían de antemano más habituadas a situaciones de estrés en el tránsito”, afirmó Engrácia Valenti.
Con el fin de evaluar el nivel de estrés del corazón de las participantes del estudio, se analizó la variabilidad de la frecuencia cardíaca –las oscilaciones del lapso de tiempo entre dos latidos cardíacos consecutivos– con un monitor de frecuencia cardíaca acoplado al tórax.
Esta variabilidad de la frecuencia cardíaca se ve influida por la actividad del sistema nervioso simpático –que acelera los latidos cardíacos– y del sistema nervioso parasimpático, que induce la desaceleración de los latidos cardíacos.
“La elevación de la actividad del sistema nervioso simpático hace disminuir la variabilidad de la frecuencia cardíaca, y la del sistema parasimpático la aumenta”, explicó Engrácia Valenti.
Los resultados de los análisis indicaron una disminución de la variabilidad de la frecuencia cardíaca de las voluntarias al manejar sin escuchar música, lo que indica una reducción de la actividad del sistema nervioso autónomo parasimpático y la activación del sistema simpático.
En cambio, se observó un aumento de la variabilidad de la frecuencia cardíaca de las conductoras al escuchar música en razón del aumento de la actividad del sistema nervioso parasimpático y una merma del sistema simpático.
“El escuchar música disminuyó la leve sobrecarga de estrés a la que las voluntarias fueron sometidas al manejar”, afirmó Engrácia Valenti.
El estudio contó con la participación solo de mujeres para controlar las influencias relacionadas con las hormonas sexuales, explicó el investigador.
“Si mezclásemos mujeres y varones y hubiese una diferencia significativa entre ese primero y el segundo grupo, eso podría sembrar dudas en el sentido de que podría estar relacionado con la influencia de las hormonas sexuales femeninas”, dijo Engrácia Valenti.
A juicio del investigador, los resultados de este estudio pueden aportar a la elaboración de medidas preventivas cardiovasculares en situaciones de estrés exacerbado, como la vivenciada en el tránsito.
“Escuchar música puede ser una medida preventiva a favor de la salud cardiovascular para aliviar situaciones de estrés intenso, como al manejar en horarios pico”, indicó.
Referencia | |
Puede leerse el artículo titulado The effects of musical auditory stimulation on heart rate autonomic responses to driving: a prospective randomized case-control pilot study (DOI: 10.1016/j.ctim.2019.08.006), de Myrela Alene Alves, David M. Garner, Joice A. T. do Amaral, Fernando R. Oliveira y Vitor Engrácia Valenti, en la revista Complementary Therapies in Medicine, en el siguiente enlace: www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0965229919303218. |