Ciencias Sociales España , Salamanca, Jueves, 29 de enero de 2015 a las 18:52

España aspira a lograr un mayor número de becas del Consejo Europeo de Investigación

La Universidad de Salamanca ha acogido una jornada de trabajo para dar a conocer las oportunidades de financiación de las convocatorias del European Research Council (ERC)

JPA/DICYT La Universidad de Salamanca ha acogido hoy una jornada de trabajo para dar a conocer las oportunidades de financiación de las convocatorias del Consejo Europeo de Investigación o European Research Council (ERC), que se incluyen en el pilar de Ciencia Excelente del programa Horizonte 2020. A través de este programa un proyecto puede llegar a obtener hasta 2’5 millones de euros porque busca financiar a largo plazo a investigadores excelentes para que desarrollen innovaciones potencialmente rentables pero con un alto riesgo.

 

Nuria Sebastián, vicepresidenta del Consejo Científico ERC, ha participado en la jornada para explicar los detalles del programa y sus objetivos y para “animar a los buenos investigadores” a que presenten sus solicitudes a pesar de que sólo un 10% tiene éxito. Asimismo ha intentado transmitir algunas pistas que puedan incrementar sus posibilidades. “La primera es creerse el proyecto”, afirmó en declaraciones recogidas por DiCYT, “una de las diferencias que hay entre las instituciones más exitosas y las que menos es la confianza que le dan a los investigadores, especialmente a los más jóvenes”.

 

En este sentido, recordó que en las convocatorias del ERC “el investigador es el dueño de la beca y la institución es quien se lo gestiona”, al contrario de lo que sucede en la mayoría de los proyectos, que se conceden a las instituciones. “La idea es que las universidades valoren y peleen por sus investigadores”, añadió.

 

Según Nuria Sebastián, los investigadores españoles pueden aspirar lograr un mayor número de becas. “Hay una correlación casi perfecta entre el número de publicaciones que aparecen en el primer cuartil y el número de becas, pero España está por debajo”, señala. Por lo tanto, dada la calidad de la ciencia española tiene potencial de crecimiento.

 

De hecho, “los investigadores españoles son muy buenos porque con menos financiación consiguen más publicaciones de alto impacto”, aunque en la actualidad aún se están recogiendo los réditos de la inversión en investigación previa a la crisis económica.


El ejemplo de Eva Martín del Valle


La jornada ha contado con un taller de elaboración de propuestas para investigadores que preparan sus solicitudes y con la intervención de Lucía del Río, Punto Nacional de Contacto del ERC, y de Eva Martín del Valle, investigadora de la Universidad de Salamanca que ha logrado dos ayudas del ERC: ERC Starting Grants, con la que inició un proyecto para la fabricación de microcápsulas que faciliten la administración de los fármacos destinados al cáncer de pulmón y Proof of Concept (en inglés, prueba de concepto), para tratar de acercar al mercado esta investigación. Su papel en esta jornada ha sido mostrar su experiencia.


“Quiero animar a los potenciales solicitantes a que se animen a concurrir”, afirmó, y para ello “hay que tener claro que tienes un proyecto viable y convencer al comité de que puedes realizar algo aplicable a la sociedad”.

 

En su caso, se muestra muy satisfecha por los resultados obtenidos cuando aún le queda un año para cumplir con los objetivos del proyecto que le fue concedido. Ahora su objetivo es lograr una nueva ayuda para seguir trabajando sobre nanotecnología en cáncer. “Una vez que tienes evidencias preliminares de que algo puede tener éxito a nivel clínico, hay que cambiar de escala la producción y pasar a ensayos clínicos”, comenta. Por eso, aspira a lograr un nuevo proyecto que estaría valorado entre 6 y 9 millones de euros, que incluiría a varios socios europeos y que permitiría comercializar la tecnología a nivel internacional.


“Los ensayos biomédicos llevan un presupuesto muy grande y la única posibilidad de trasladar este proyecto a la sociedad son estas convocatorias”, afirmó, ya que con los programas nacionales apenas podría obtener 300.000 euros en el mejor de los casos. Si pasa la primera fase, a finales de año conocerá si Europa vuelve a apostar por su idea.