Health Spain , Valencia, Tuesday, June 11 of 2019, 07:52

Estudian el efecto en el desarrollo embrionario de una micotoxina presente en los cereales

La Ocratoxina A se encuentra en alimentos comunes de la dieta humana y animal, sobre todo en los cereales, la uva y sus derivados

CEU UCH/DICYT Investigadores de los Departamentos de Ciencias Biomédicas y de Farmacia de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Elche y Valencia, en colaboración con el Centro de Investigación Príncipe Felipe y la Universidad de Valencia, han evaluado el potencial efecto negativo para el desarrollo embrionario de una micotoxina, la Ocratoxina A, presente en alimentos como los cereales y sus derivados. Su estudio, el primero en emplear una línea celular humana in vitro para evaluar sus efectos, ha sido publicado en una edición especial de la revista científica internacional Toxins. Ya en estudios previos, miembros de este equipo investigador habían evaluado los efectos nocivos de esta misma micotoxina sobre la capacidad neurorregenerativa del cerebro adulto.

 

Según explica la profesora del departamento de Farmacia de la CEU UCH e investigadora principal, María Ángeles García Esparza, “la Ocratoxina A es una micotoxina producida por diferentes especies de hongos de los géneros Aspergillus y Penicillium, que está presente en alimentos comunes de la dieta humana y animal, sobre todo en los cereales, pero también en el café, el cacao, la cerveza, la uva y el vino, o en la carne de animales que han consumido cereales con esta micotoxina”. Hasta ahora, la mayor parte de los estudios sobre la Ocratoxina A se habían centrado en estudiar su relación con patologías renales, pero muy pocas investigaciones han evaluado sus efectos sobre el desarrollo embrionario. “Este estudio es el primero en emplear un modelo celular humano in vitro, más fiable aún para determinar la toxicidad en humanos que los modelos experimentales animales”, destaca la profesora de la CEU UCH.

 

Efectos en el desarrollo embrionario

 

Miembros del equipo investigador publicaron en Journal of Applied Toxicology, la toxicidad de la Ocratoxina A en el proceso de neurorregeneración del cerebro adulto, evaluando su efecto sobre células neuronales en modelos animales de carácter experimental. En este nuevo estudio, se ha diseñado un modelo de evaluación de la toxicidad de la Ocratoxina A en una línea celular humana, mediante cultivos in vitro, para evaluar su impacto en las primeras fases del desarrollo embrionario. “Los resultados confirman que la presencia de esta micotoxina afecta a la supervivencia y reduce la proliferación de las células humanas en fase embrionaria”, destaca la doctora García Esparza, profesora de la CEU UCH.

 

“En el estudio –añade- también hemos observado los efectos negativos de la Ocratoxina A en la apoptosis, el proceso que favorece la destrucción de las células dañadas y que es clave para el correcto desarrollo embrionario. Además, la presencia de esta micotoxina también incrementa el estrés oxidativo, lo que afecta a la viabilidad de las células y produce daños en su ADN”. El estudio, publicado en Toxins, confirma los resultados de investigaciones precedentes realizadas en modelos experimentales animales en estas dos dimensiones, pero, según destaca la profesora de la CEU UCH “es el primero en analizar los efectos de la Ocratoxina A en un modelo celular humano prenatal in vitro, demostrando la gravedad de los efectos tóxicos descritos en las fases tempranas del desarrollo embrionario”.

 

Equipo investigador

 

El equipo investigador ha estado integrado por los profesores de los Departamentos de Farmacia y Ciencias Biomédicas de la Universidad CEU Cardenal Herrera (CEU UCH) en Elche y Valencia María Ángeles García Esparza, José Miguel Soria e Ivan Zipancic, que han contado con la colaboración de Slaven Erceg, Francisco Javier Rodriìguez y Mariìa Amparo Peìrez Aragoì, del Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) de Valencia; y Misericordia Jimeìnez y Eva María Mateo, de la Universitat de València (UV).

 

La investigación ha contado con financiación del programa de Ayudas a la Consolidación de Indicadores en Investigación del Programa Banco Santander-Universidad CEU Cardenal Herrera, concedida a los investigadores García Esparza y Soria, y con financiación del Ministerio de Economía y Competitividad, otorgada a la investigadora de la UV Misericordia Jiménez.