Estudian la disminución de la población de tarántula argentina
CONICET/DICYT Puede inspirar miedo porque su cuerpo mide entre 4 y 6 centímetros – sin contar las patas – o por el tamaño de sus colmillos. Sin embargo, la tarántula argentina (Grammostola vachoni) no reviste ningún peligro para las personas. A pesar de ello su subsistencia está amenazada. Nelson Ferretti, becario doctoral del CONICET en el Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPaVe, CONICET-UNLP) explica que el avance de las urbanizaciones, la modificación de su hábitat e incluso el tráfico de esta especie afectan las poblaciones.
“Hay gente que las captura no sólo para mascotas sino porque además se venden en Europa y Estados Unidos en forma ilegal”, comenta.
Junto con Gabriel Pompozzi, becario doctoral en el Laboratorio de Zoología de Invertebrados II de la Universidad Nacional del Sur, estudian las poblaciones de esta tarántula – conocida también como araña pollito – en los diferentes ecosistemas que habita.
La especie, endémica de la Argentina, vive en cuevas que excava debajo de las piedras en ambientes serranos y de montaña. Sus hábitats se encuentran en las provincias de Córdoba, La Pampa – sólo en las sierras de Lihué Calel -, La Rioja, San Luis y Buenos Aires, especialmente en las sierras de la Ventana y Tandil.
El estudio realizado por los especialistas revela que si bien las poblaciones son abundantes en los parques naturales, se registran caídas importantes en el número de individuos en los cerros que tienen intensa actividad turística.
Ferretti explica que esta especie – al igual que la mayoría de las tarántulas – tiene ciclos de vida muy largos: tardan entre 6 y 7 años en alcanzar su madurez sexual y las hembras pueden vivir hasta 25 años. En consecuencia, cuando las poblaciones merman tardan mucho en recuperarse.
En la actualidad, esta tarántula entró en la categoría de Vulnerable de la lista roja de la Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza (UICN) (ver recuadro). Según los especialistas, las claves de su conservación pasan no sólo por la preservación del ambiente y lucha contra el tráfico de especies, sino que además son necesarias acciones de concientización.
“Es importante que se sepa que no son peligrosas, que son animales tranquilos y los principales reguladores de las poblaciones de insectos, para que la gente aprenda a conservarlos, respetarlos y no matarlos”, enfatiza Ferretti.
Tarántula al rojo
Según Ferretti y Pompozzi Grammostola vachoni es la primer araña sudamericana en la lista roja de especies amenazadas de la UICN, el organismo más importante a nivel internacional en materia de conservación.
La lista roja, que se actualiza todos los años, es un inventario mundial que “permite alertar al respecto del estado de la biodiversidad mundial” y diseñar acciones para su preservación.