Salud México Cuernavaca, Morelos, México, Viernes, 18 de noviembre de 2011 a las 15:21

Estudian la eficacia del m茅todo de auto-toma vaginal en casa para la detecci贸n del virus del papiloma humano

El trabajo ha sido publicado en 'The Lancet'

AC/INSP/DICYT El doctor Eduardo Lazcano Ponce y colaboradores del Instituto Nacional de Salud Pública y de la Secretaría de Salud (SSA) publicaron en la revista médica The Lancet los resultados del primer estudio comunitario de asignación aleatoria, donde se comparó la efectividad de dos métodos de detección oportuna de cáncer cervicouterino: la prueba de ADN del virus del papiloma humano (VPH) de alto riesgo, a través de muestras autorrecolectadas en canal vaginal por las participantes del estudio, y la tradicional citología cervical (Pap), con muestras obtenidas en clínicas por personal de salud. En ambos casos se evaluó la capacidad (sensibilidad y especificidad) de cada método para identificar, a través de una complementación diagnóstica por colposcopia y biopsia, las lesiones precursoras de cáncer invasor.


Este estudio fue financiado por la SSA de México, y se justificó por la necesidad de mejorar la calidad y eficiencia de los programas poblacionales de prevención y control del cáncer cervicouterino. Aun cuando existe evidencia de que al menos el 10% de las mujeres a las que se les realiza la prueba de VPH saldrán positivas, y la mayoría de ellas no tendrá evidencia de algún tipo de lesión, los servicios de salud tendrán la certeza de que el grupo de mujeres positivas a dicha prueba deberá tener una vigilancia personalizada, porque son las mujeres que tendrán más posibilidades de identificar, en ese momento o en un futuro cercano, una lesión cervical. Adicionalmente, el método de autotoma vaginal en casa puede incrementar la cobertura de detección, ya que tiene una alta aceptación entre las usuarias y es de gran utilidad para mujeres con acceso limitado a los servicios de salud en áreas marginadas.
 

En el estudio participaron 20.256 mujeres de 25 a 65 años, provenientes principalmente de zonas rurales del Estado de México, Guerrero y Morelos. Fueron asignadas al azar a dos grupos: el de ADN de VPH (9.202 mujeres), que realizó la prueba con autotoma vaginal en casa, después de recibir orientación de enfermeras capacitadas, y el de citología cervical (Pap, 11.054 mujeres), que acudió a la clínica para que se le tomara la muestra. Las mujeres de ambos grupos que obtuvieron resultados positivos (VPH+ o Pap) fueron referidas para un diagnóstico posterior con colposcopia para toma de biopsia. La prueba de VPH tuvo una capacidad cuatro veces mayor de identificar cáncer cervicouterino. Estos resultados son importantes, pues muestran una estrategia de detección fácil, económica y confiable para zonas de bajos recursos o marginadas, donde las mujeres tienen pocas oportunidades de realizarse exámenes diagnósticos.


En un comentario referente a la publicación, la Dra. Nubia Muñoz, del Instituto del Cáncer de Colombia, y el Dr. Rolando Herrera, de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC) en Lyon, Francia, señalan que esta prueba ha sido un importante componente de un programa de investigación en cáncer cervical implementado por el Instituto Nacional de Salud Pública de México y otras instituciones.


Los reconocidos expertos subrayan que hasta donde tienen conocimiento, México es el primer país el mundo que ha introducido como política nacional la detección primaria de cáncer cervical a través de la prueba de VPH, con subsecuente complementación diagnóstica con Papanicolaou en mujeres positivas a la prueba de VPH. Comentan que la mayoría de los epidemiólogos coinciden en que se trata de la estrategia necesaria para mejorar el control del cáncer cervical. Asimismo, señalan que México ha establecido una amplia red de laboratorios de alta tecnología donde se han realizado millones de pruebas durante los últimos 4 años.
Los doctores Muñoz y Herrera concluyen que la experiencia en México es un ejemplo de lo que se puede lograr cuando el juicio científico sirve como guía para las políticas públicas de salud.