Salud España , Valladolid, Viernes, 03 de septiembre de 2010 a las 17:54

Estudian la relaci贸n entre la degeneraci贸n a贸rtica y los factores de riesgo cardiovascular

Cient铆ficos vallisoletanos analizan si el tabaquismo, la hipertensi贸n o la dislipemia predisponen a sufrir estas patolog铆as como sucede en pa铆ses n贸rdicos

Cristina G. Pedraz/DICYT Diversos estudios elaborados en países del norte de Europa indican que existe una relación entre padecer estenosis aórtica o la enfermedad degenerativa de la válvula aórtica y los factores de riesgo cardiovascular habituales como la hipertensión, el tabaquismo o la dislipemia (cualquier alteración de los niveles de lípidos en la sangre). Para conocer la situación existente en Castilla y León, el Instituto de Ciencias del Corazón (Icicor) de Valladolid y un grupo de expertos de la Consejería de Sanidad llevan a cabo un trabajo de investigación en esta línea.

 

Como indica a DiCYT Alberto San Román, responsable del Icicor, los estudios que sugieren esa relación se han realizado fuera de la comunidad y fuera de España, en concreto países anglosajones y escandinavos, de manera que ese hecho “puede no ser reproducible en nuestro país”. Tal y como recuerda, existe la denominada paradoja del Sur de Europa, “que se da especialmente en Castilla y León y que se basa en que, a pesar de que padecemos las mismas enfermedades coronarias que otros países, la mortalidad es menor”.

 

Así, pese a elevada proporción de españoles que cuenta con factores de riesgo cardiovascular, es decir, que consume tabaco, tiene el colesterol alto, o padece hipertensión y diabetes; la tasa de infartos de miocardio es baja en relación a la de otros países. El objetivo del estudio de los científicos vallisoletanos es determinar la relación entre estas situaciones de riesgo y las patologías que afectan a la vena aorta se produce en la región y si el control de estos factores, como el dejar de fumar, puede incidir en su aparición.

 

"Hay que averiguar si esa relación existe en Castilla y León y si con el control de esos factores podemos evitar que la válvula aórtica se degenere”, insiste el responsable del Icicor. En el caso de la estenosis aórtica, o lo que es lo mismo, el estrechamiento de la válvula aórtica (la que comunica el ventrículo izquierdo del corazón con la aorta), origina que la sangre no pueda fluir normalmente hacia la principal arteria que sale del corazón (la aorta) y se incremente la presión en el ventrículo.

 

En el trabajo el Icicor colabora con un grupo de la Consejería de Sanidad que dirige Tomás Vega y Rufino Álamo y que ya dispone de un grupo de pacientes a los que se les ha efectuado un examen de factores de riesgo cardiovascular. Por su parte, el Instituto de Ciencias del Corazón se encargará de realizar una radiografía para observar en qué estado se encuentra la válvula aórtica y desarrollar un análisis comparativo.

 

Otros trabajos

 

En el mismo ámbito, el Icicor forma parte de un grupo de científicos de ámbito nacional para conocer la evolución de los pacientes mayores de 80 años con estenosis aórtica severa, con el fin de determinar los síntomas más frecuentes.

 

En la actualidad, el único tratamiento eficaz para la estenosis aórtica es el recambio de la válvula, ya sea el recambio convencional, que se realiza con cirugía cardiaca abierta, o el nuevo tratamiento que se está empezando a realizar para pacientes en los que la cirugía entraña un riesgo excesivo, implantar la válvula de forma percutánea. Esta nueva técnica consiste en realizar un pinchazo en la pierna del paciente y hacer llegar hasta el corazón la válvula, donde se despliega aplastándose contra las paredes de la válvula dañada para permitir el flujo normal de la sangre.

También existen tratamientos farmacológicos para intentar disminuir la progresión de la patología. Uno de ellos se basa en la administración de estatinas y se está estudiando actualmente en Salamanca. Así, a unos pacientes se les administra placebo y a otros estatinas para valorar los efectos de este tratamiento farmacológico. No obstante, si el paciente apenas tiene síntomas o son muy leves sólo se requiere el monitoreo médico. Entre los síntomas más comunes se encuentra el jadeo, el dolor torácico, los desmayos o la debilidad y las palpitaciones.