Tecnología España , Valladolid, Lunes, 09 de enero de 2012 a las 16:56

Estudian la ventilaci贸n de habitaciones de hospitales y quir贸fanos para evitar enfermedades nosocomiales

El Grupo de Ingenier铆a de los Fluidos de la Universidad de Valladolid trabaja desde hace varios a帽os en esta l铆nea, en la que existe poca bibliograf铆a

Cristina G. Pedraz/DICYT Las enfermedades nosocomiales o intrahospitalarias son las infecciones que se contraen, según la Organización Mundial de la Salud, en un centro sanitario sin que antes se hubieran manifestado o estuvieran en período de incubación en el momento de ser internado. Se trata de una importante causa de morbilidad, mortalidad e incremento de los costes asistenciales, por lo que es necesario combatirlas. En este sentido, uno de los aspectos clave que puede contribuir a su eliminación, aunque poco conocido, es el estudio de la ventilación de los hospitales. El Grupo de Investigación Reconocido (GIR) de Ingeniería de los Fluidos de la Universidad de Valladolid tiene una amplia experiencia en la ventilación de todo tipo de edificios y, en los últimos años, ha participado en tres proyectos nacionales para prevenir la propagación de enfermedades intrahospitalarias, de los cuales uno aún se encuentra en vigor.

 

Asimismo, el grupo colabora desde 2004 a través de un convenio con la Sanidad de Castilla y León (Sacyl) en la redacción de directrices y la asesoría técnica para el diseño de habitaciones de pacientes normales, aislados (aquellos que pueden transmitir infecciones por contacto o por el aire) e inmunodeprimidos (quienes tienen un elevado riesgo de sufrir complicaciones infecciosas debido a un déficit inumintario). Como ha detallado a DiCYT César Méndez, coordinador del grupo, han investigado “cómo debe ser la ventilación para evitar la propagación de la enfermedad o que los pacientes se contagien”.

 

En la misma línea, en la actualidad también trabajan en la ventilación de los quirófanos, un ámbito en el que hay muy poca biografía y aún menos estudios experimentales. “Estos análisis deben realizarse de manera numérica y experimental. Numéricamente hay bastantes datos pero el problema está en validar esas simulaciones con resultados experimentales, y eso no es fácil en un quirófano real”, precisa el investigador, de manera que se trata de un campo “bastante amplio”.

 

De hecho, en el último Congreso de Ingeniería Hospitalaria, celebrado en Valladolid hace unas semanas, el grupo presentó una ponencia sobre sus estudios de sistemas de ventilación tanto en habitaciones de pacientes como en quirófanos, trabajo que obtuvo el reconocimiento a la mejor ponencia por parte de los asistentes.

 

Por otro lado, Méndez explica cómo es el proceso actual para diseñar habitaciones y quirófanos en hospitales. “Existe una normativa genérica que aplica el arquitecto, aunque otras veces los sistemas de ventilación vienen impuestos por la geometría del edificio. En ocasiones los equipos se colocan en los huecos que quedan, sin tener en cuenta que a veces con una buena ventilación se podrían evitar esas infecciones nosocomiales”.

 

El diseño óptimo de la ventilación se puede llevar a cabo mediante simulación numérica, e incluso a veces con gestos tan sencillos como cambiar de posición un elemento, modificar la velocidad del aire o instalar una salida de aire de tamaño adecuado, se pueden prevenir los contagios. “Hemos estudiado diferentes tipos de difusores, rejillas, lámparas… cosas sencillas y baratas que con un estudio previo de simulación, que a su vez no resulta excesivamente caro, puede mejorar la asistencia”, apunta el coordinador del Grupo de Ingeniería de los Fluisdos, quien añade que la simulación que realizan está validada con resultados experimentales.

 

Patrón de flujo

 

El equipo científico dispone de un equipo de medida por láser que denominado PIV (siglas en inglés de Velocimetría por Imagen de Partículas) que permite estudiar el patrón de flujo, o lo que es lo mismo, “qué es lo que hace el aire en un recinto”, un parámetro muy importante. Además, cuenta con un modelo realizado en metacrilato, “un modelo transparente que puede simular la cámara de un quirófano” con el que se pueden comparar los resultados obtenidos en la simulación numérica. “Una vez que la simulación está validada y por tanto, sabes que lo que estás simulando está bien, se pueden realizar estudios a otra escala y fácilmente comprobar, por ejemplo, qué pasaría si se modificara la situación de la salida de aire”.