Salud España , León, Lunes, 03 de diciembre de 2012 a las 17:05

Ibiomed y una universidad brasileña identifican un polimorfismo que modula la respuesta al ejercicio

Los investigadores han estudiado el gen de la enzima superóxido dismutasa y su efecto sobre el estrés oxidativo

CGP/DICYT El término polimorfismo genético hace referencia a la existencia de diversos alelos de un gen. Se trata de variaciones en la secuencia de un fragmento determinado del ADN entre los individuos de una población y, si afectan a la secuencia codificante o reguladora y producen cambios importantes en la estructura proteica o en la regulación de su expresión, pueden originar diferentes fenotipos. En los últimos años se ha puesto de manifiesto que los polimorfismos genéticos pueden tener una gran importancia en la respuesta individual a la práctica de actividad física, un campo de investigación en el que trabaja el Instituto de Biomedicina de la Universidad de León (Ibiomed).


En este sentido, existe una enzima denominada superóxido dismutasa mitocondrial (SODMn, por sus siglas en inglés) que protege a las mitocondrias del daño oxidativo generado por los radicales libres, sustancias químicas inestables y muy reactivas. Un reciente estudio realizado por investigadores del Ibiomed y de la Universidad Federal de Santa María en Brasil, que se publicará en breve en la revista Clinical Biochemistry, ha analizado la influencia del polimorfismo SODMn sobre la respuesta al ejercicio físico agudo, un estímulo ambiental que induce el desarrollo de estrés oxidativo si no hay una respuesta adecuada por parte de las defensas antioxidantes.


Como detalla a DiCYT el doctor Javier González Gallego, director de Ibiomed y uno de los coordinadores del estudio, en esta enzima “se ha descrito un polimorfismo de un único nucleótido (SNP) con variaciones genéticas que afectan al codón 16 y producen modificaciones en la estructura secundaria de la proteína”. Este polimorfismo se ha relacionado con patologías tales como el cáncer de mama y de próstata o con factores de riesgo cardiovascular.


En la investigación, que ha formado parte de la tesis del doctor Guillerme Bresciani, participaron 60 sujetos jóvenes que no practican habitualmente actividades deportivas. Tras su genotipado, desarrollaron un test al 75 por ciento del máximo volumen de oxígeno en sangre que el organismo puede transportar y metabolizar (VO2 max) hasta el agotamiento. La prueba se realizó en un cicloergómetro con frenos electromagnéticos, una especie de bicicleta especialmente pensada para medir estos esfuerzos.


Resultados del estudio


El estudio de la frecuencia de los alelos en células mononucleares de sangre periférica puso de manifiesto, según los investigadores, “que un 25 por ciento de los sujetos eran portadores del alelo AA, un 33 por ciento del alelo VV y un 42 por ciento de alelo AV”. Los participantes con el genotipo AA mostraron en respuesta al ejercicio un incremento en los niveles del ARN mensajero y de proteína, así como en la actividad de la enzima, en comparación con los valores basales. Por el contrario, en portadores del genotipo VV los niveles de ARN mensajero no se modificaron por el ejercicio, pero sí se produjo una disminución en el contenido de tioles proteicos, un tipo de compuesto químico.


La comparación entre los distintos genotipos evidenció que el contenido proteico de la SODMn tras el ejercicio era mayor en el genotipo AA, “existiendo para el alelo A un efecto dosis-dependiente sobre la actividad de la enzima”.


Tal y como indica el doctor González Gallego, aunque aún se requieren más estudios para analizar si otras influencias ambientales como la ingesta de antioxidantes pueden influenciar la respuesta diferencial del polimorfismo de la SODMn, los resultados del trabajo “confirman que éste desempeña un papel importante en la modulación del estrés oxidativo desencadenado el ejercicio intenso, pudiendo afectar a variables bioquímicas y clínicas relacionadas con el riesgo de padecer enfermedades crónicas”.