Identificados los compuestos volátiles de las variedades albarín, mencía y prieto picudo
ULE/DICYT El Grupo Universitario de Investigación de Ingeniería y Agricultura Sostenible (GUIIAS) de la Universidad de León (ULE), con sede en Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal (EIAF) y que lidera Pedro Casquero, ha conseguido un nuevo avance de gran importancia en el trabajo que financia la Diputación de León, que tiene el objetivo de desarrollar estrategias de control sostenible del taladro de la vid (‘Xylotrechus arvicola’) en viñedos de la provincia de las denominaciones de origen ‘Bierzo’ y ‘León’.
Entre los resultados más relevantes obtenidos en los últimos meses hay que destacar la identificación, por primera vez, de los compuestos volátiles emitidos por las distintas variedades de vid (Prieto Picudo, Albarín y Mencía) en función de su afección por el ‘taladro de la vid’, y su evaluación frente a los adultos del insecto que lo causa, lo que va a permitir incrementar su captura, ya que se mejora la eficacia de las trampas.
Otro resultado fundamental ha sido el aislamiento en cepas de variedades autóctonas de vid de nuestra provincia de distintas especies del hongo ‘Trichoderma’, un hongo microscópico, beneficioso, de rápido crecimiento y capaz de proteger a la planta frente al ataque de plagas y enfermedades.
“Durante el último año, aislados de Trichoderma previamente seleccionados han sido evaluados en el campo mediante ensayos frente a los adultos de ‘Xylotrechus arvicola’, y se han confirmado los buenos resultados obtenidos en los años anteriores en el laboratorio, por lo que se puede plantear la utilización de estos hongos para poder realizar un control biológico de adultos, huevos y larvas neonatas en el viñedo”, explica Pedro Casquero.
Las líneas de trabajo para este año 2019, en el que se contará también con el respaldo de la Diputación Provincial de León, se basarán en evaluar en viñedos de nuestra provincia los hongos de Trichoderma seleccionados para el control biológico del taladro de la vid, al tiempo que se tratará de optimizar la captura de insectos en trampas con la ayuda de los compuestos volátiles que han sido aislados por primera vez en las variedades de vid autóctonas.
Una plaga destructiva
El taladro de la vid (Xylotrechus arvícola) es una plaga que se ha convertido en los últimos años en la más destructiva entre las que afectan a los viñedos de la provincia. Pedro Casquero apunta que las larvas del insecto “se desarrollan excavando durante meses túneles en la madera de las vides, lo que debilita los brazos y troncos que se rompen con facilidad, y favorece la propagación de enfermedades de madera como la denominada yesca”.
Los síntomas de esta plaga en el viñedo son las galerías producidas por las larvas, que se observan al realizar los cortes de poda, y los orificios de salida de los insectos adultos de la madera, que son circulares y de unos 5 mm de diámetro.
El proyecto que está desarrollando el Grupo GUIIAS gracias al apoyo de la Diputación de León, tiene como objetivo el control sostenible del insecto adulto para limitar su apareamiento, y el de los huevos puestos por las hembras sobre la madera de las cepas antes de que eclosionen, porque, como señala Casquero, “cuando las larvas salen de los huevos se introducen en la madera y excavan túneles durante meses, lo que hace imposible su control”.
En los ensayos realizados en los viñedos de León, las trampas más eficaces para la captura de insectos adultos son las Crosstrap (ECONEX) impregnadas con atrayentes que mejoran la captura de insectos adultos. “De esta manera, -concluye Casquero-, se limita la puesta de huevos sobre la vid y se consigue un control sostenible del insecto, evitando además el empleo de productos insecticidas de síntesis con efectos nocivos sobre el medio ambiente, el viticultor y el consumidor”.