Investigadores del Cenieh participan en los hallazgos neandertales de Pinilla del Valle
CGP/DICYT En la jornada de hoy ha terminado la décima campaña de excavaciones arqueológicas de los yacimientos de Pinilla del Valle, que han contado una año más con la participación de científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh). El hallazgo de cuatro dientes de un infante en Des-Cubierta, en Calvero de la Higuera, unos de los “refugios” de los neandertales de la sierra madrileña, ha sido el protagonista de esta nueva campaña.
En estos terrenos, que se encuentran en materiales calizos y dolomíticos del Cretácico superior, se han descubierto hasta el momento seis yacimientos arqueo-paleontológicos con rica fauna de grandes carnívoros, como osos, hienas o leones, y abundante industria lítica musteriense, en los que se han formados galerías kársticas y abrigos cuyas cronologías van de los 250.000 años hasta los 40.000 años, y es precisamente esta última edad a la que se atribuyen los restos infantiles encontrados.
Como explica el vicedirector del Cenieh, Alfredo Pérez-González, “sabemos que vivió hace al menos 40.000 años debido a que, junto a los dientes, se han hallado en la Des-Cubierta restos asociados de un rinoceronte de nariz estrecha que se extinguió en esa época”.
El geólogo Alfredo Pérez-González , que encabeza el equipo del Cenieh del que también forman parte los geólogos Theodoros Karampaglidis y Ana Isabel Ortega, ha dirigido los trabajos geológicos y karstológicos de esta décima campaña en Pinilla del Valle.
Los trabajos han permitido comprender la formación del yacimiento de Des-Cubierta, un conjunto de antiguas galerías que por procesos de erosión de los techos y hundimientos de los mismos dieron lugar a cavidades de paredes más o menos verticales, que utilizaban los homínidos como resguardo y hábitats.
“La probable estructura de enterramiento con los restos del niño neandertal se encuentran precisamente en esta galería de techo hundido de Des-Cubierta”, señala Pérez-González., quién desde hace más de diez años codirige estas excavaciones junto con Enrique Baquedano, del Museo Arqueológico Regional de Madrid, y Juan Luis Arsuaga, de la Universidad Complutense de Madrid.