Investigadores del Hospital Clínico de Valladolid monitorizarán a pacientes con lupus
Cristina G. Pedraz/DICYT La Unidad de Investigación Clínica en Infección e Inmunidad (ICII) del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, en colaboración con el Servicio de Medicina Interna, monitorizará a pacientes con lupus eritematoso sistémico (LES) con el fin de controlar su respuesta inmunológica a lo largo del tiempo en paralelo a la clínica. El lupus es una enfermedad crónica cuya causa es desconocida y afecta a cerca de 20.000 personas en España. Según ha explicado a DiCYT Jesús Bermejo Martin, responsable de la Unidad, se trata posiblemente de un estudio pionero en el país que contribuirá “a la gran necesidad de estos pacientes de conocer más sobre su enfermedad”.
El lupus es una enfermedad reumática sistémica y crónica, es decir, además de afectar a las articulaciones y a los músculos, puede dañar la piel y casi todos los órganos. Según el investigador, su base es autoinmune, puesto que se produce por la formación de anticuerpos. Los pacientes sufren fases de brote y otras en los que los efectos remiten, aunque hay lupus muy severos y otros no tan graves como los que se manifiestan con afecciones en la piel. En cuanto al perfil del paciente, la patología afecta principalmente a las mujeres en época fértil, entre 20 y 40 años.
La Unidad de Investigación se puso en marcha en 2008 y cuenta con varias líneas de trabajo, la mayoría centradas en la inmunovirología. No obstante, parte de sus esfuerzos se dedican a las enfermedades autoinmunes, como el lupus. Tal y como explica su responsable, se propondrá a todos los pacientes con lupus que acudan a consulta participar en el estudio, en el cual se va a controlar cómo es su respuesta inmunológica “cuando toman aspirina protec (uno de los medicamentos que se utilizan en el tratamiento), cuando están en revisión o cuando tienen un fallo renal“, una de las complicaciones en que puede derivar la enfermedad. De este modo, se estudiará “cómo cambian los patrones de respuesta inmunológica según qué tratamiento se les dé, si han tenido una infección, si se han vacunado de algo o si han engordado”, entre otros aspectos.
Tratamiento racional y personalizado
El objetivo último es hacer un seguimiento “estrecho” para conocer cuáles son los factores que contribuyen a que aparezca un brote o a que un paciente responda a un tratamiento y otro no, incluso “proponer cambios terapéuticos basados en la falta de respuesta sobre el sistema inmune”. A juicio del investigador, este tipo de trabajos “pueden contribuir no sólo a conocer más la enfermedad, sino a que el paciente pueda estar más controlado y beneficiarse de un tratamiento más racional y personalizado”.
Así, se prevé el estudio “de perfiles de expresión génica que estén en sangre periférica”, moléculas que coordinan la respuesta inmunológica y que cambian con la aparición de un brote o la puesta en marcha de un tratamiento u otro. En opinión de Jesús Bermejo, es posible que sea la primera vez en España que se monitorice de una forma “cercana y en paralelo” la clínica con la respuesta inmunológica. El Hospital Clínico cuenta con una Unidad de Enfermedades Autoinmunes de reciente creación en el Servicio de Medicina Interna que está centralizando el tratamiento de los pacientes con lupus eritematoso sistémico en el centro; mientras que la Unidad de Investigación Clínica en Infección e Inmunidad se encuentra integrada en el Servicio de Microbiología.
Enfermedad crónica y multisistémica | |
El lupus es una enfermedad cuyo origen se desconoce, aunque al tratarse de una enfermedad autoinmune pueden discurrir distintos factores que pueden influir en el sistema inmunológico. En este sentido se barajan varias hipótesis, entre ellas la genética y el ambiente. La exposición a la luz solar también podría ser un factor liberador de la patología. De hecho, muchos individuos con lupus tienen fotosensibilidad a los rayos ultravioletas, la denominada “eritema en alas de mariposa”, que consiste en un enrojecimiento y erupción de la piel en las mejilla y la nariz. Asimismo, las hormonas, en concreto los estrógenos femeninos, pueden ser los causantes de la enfermedad. Al ser una enfermedad sistémica afecta a su vez a varios órganos y cuenta con síntomas generales, como el cansancio, la pérdida de peso o la fiebre prolongada. En la misma línea, se estima que el 90 por ciento de los enfermos padecen dolor e inflamación en las articulaciones (artritis). |