Investigadores vallisoletanos contribuyen a esclarecer el origen de las lenguas indoeuropeas
Cristina G. Pedraz/DICYT Investigadores del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Valladolid (UVA) han formado parte del equipo científico internacional que ha esclarecido el origen y la expansión de las lenguas indoeuropeas. Para ello, se ha llevado a cabo el mayor trabajo de investigación de ADN antiguo realizado hasta la fecha, en concreto de 69 individuos que vivieron en Europa hace entre 3.000 y 8.000 años.
Este estudio masivo de ADN antiguo ha arrojado luz sobre los patrones de migración de los primeros europeos. Por ejemplo, ha puesto de manifiesto que hace unos 4.500 años se produjo una gran migración masiva de poblaciones desde la estepa rusa hacia el centro de Europa, lo que puso en contacto directo a la Europa Occidental y Oriental y favoreció la expansión de las lenguas indoeuropeas (el tronco común de prácticamente todas las lenguas europeas actuales) por todo el continente.
Como explica a DiCYT Manuel A. Rojo, investigador del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UVA que ha participado en el estudio, publicado recientemente en la revista Nature, se constata así la denominada “hipótesis de las estepas”, que propone que los primeros grupos de lenguas indoeuropeas “estaban compuestos por pastores que habitaban las praderas entre el norte del mar Negro y el Caspio, y que sus lenguajes se extendieron por Europa tras la invención de la rueda y el carro y su correspondiente emigración”.
Se proporciona así evidencia en un tema controvertido, como había sido el origen y la expansión de las lenguas indoeuropeas por Europa. Frente a la “hipótesis de las estepas” estaba la “hipótesis anatólica“, según la cual las lenguas indoeuropeas “llegaron a Europa desde anatolia hace unos 8.500 años”.
Los resultados del trabajo revelan también que hace unos 7.000-8.000 años, grupos estrechamente relacionados con los primeros agricultores distintos de los cazadores-recolectores indígenas surgieron en Alemania, Hungría y España, mientras que Rusia estaba habitada por otro grupo de cazadores-recolectores. No obstante, hace unos 5.000-6.000 años se produjo un resurgimiento de los linajes de cazadores-recolectores en toda Europa salvo en Rusia.
Aportación soriana
Entre los 69 genomas secuenciados se encuentran los de individuos del enterramiento colectivo de la Mina, en Alcubilla de las Peñas (Soria), de hace unos 5.700-5.800 años. También los de la cueva dels Trocs, en la alta Ribagorza (Huesca), un yacimiento de unos 7.300 años de antigüedad.
Según Manuel A. Rojo, el ADN de estos individuos se encuentra muy bien conservado, en el yacimiento soriano debido “a que no está expuesto a los contrastes climáticos” y en el caso dels Trocs “porque se trata de una cueva que está a 1.530 metros de altitud cuyo interior es un “frigorífico” natural, de forma que podemos decir que aquí se conserva el mejor ADN antiguo en el mundo”.
En el trabajo han colaborado investigadores de nueve países: Australia, Estados Unidos, Alemania, China, Rusia, Hungría, España, Suecia y Suiza. Ha sido liderado por Wolfgang Haak de la Universidad de Adelaida (Australia), Kurt Alt de la Universidad de Maguncia (Alemania) y David Reich y Losif Lazaridis, de la Harvard Medical School de Boston (Estados Unidos).
Referencia bibliográfica: | |
Haak, W., Lazaridis, I., Patterson, N., Rohland, N., Mallick, S. et al. (2015). “Massive migration from the steppe is a source for Indo-European languages in Europe". Nature. DOI 10.1038/nature14317 |