Investigan nuevos sistemas de liberación controlada de fármacos oculares
Cristina G. Pedraz/DICYT El ácido hialurónico es un polímero que está presente de forma natural en diferentes tejidos animales y que puede sintetizarse en el laboratorio. A partir de este polímero, el investigador en la Planta Piloto de Ingeniería Química del CONICET y docente en el Departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional del Sur (Argentina) Javier Calles está desarrollando un sistema para la liberación controlada de fármacos oculares.
“Frente a la opción actual que es el colirio, que hay que administrarlo un número de veces al día, buscamos un sistema que se pueda depositar debajo del párpado. Queremos reemplazar la dosificación de colirio por una aplicación diaria de este polímero bajo del párpado”, explica a DiCYT Javier Calles.
El desarrollo de esta plataforma para la liberación controlada de fármacos oculares centra su tesis doctoral. “Nos basamos en unos polímeros biocompatibles y consiste en un utilizar un pequeño trozo de este polímero, cargarlo con un fármaco y utilizarlo como sistema portador alternativo a la forma farmacéutica que está disponible actualmente”, agrega.
En los últimos cuatro años han trabajado en la implementación del sistema a partir de ácido hialurónico, modificado químicamente, en la evaluación de sus propiedades mecánicas y en el estudio de su biocompatibilidad, parte de la investigación realizada en el Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de la Universidad de Valladolid.
“He realizado dos estancias en el IOBA con el grupo de la doctoral Yolanda Diebold, una en 2011 y la que llevo a cabo actualmente. En la primera realizamos las pruebas de biocompatibilidad con los cultivos de células humanas que tienen en el IOBA y a mi regreso trabajamos más en el sistema cargado con el fármaco. Una vez que comprobamos que uno de los sistemas que habíamos desarrollado era biocompatible pasamos a estudios de tipo in vivo en Argentina y analizamos, por un lado, si provocaban o no irritación en conejos, y por otro, evaluamos su adhesión con las mucosas de la conjuntiva”, precisa.
Posteriormente, ha realizado estudios de eficacia terapéutica, "cargando el sistema con un fármaco que se utiliza habitualmente para bajar la presión intraocular en el glaucoma" y también de eficacia "en comparación con los colirios comerciales, logrando una mejora”, avanza. En esta segunda estancia en el IOBA el investigador está probando la efectividad del sistema cargado con otras moléculas terapéuticas.
La tesis doctoral de Javier Calles está codirigida por la Universidad Nacional del Sur y la Universidad Nacional de Córdoba. El investigador lleva trabajando en ella desde 2009 y prevé defenderla el próximo año, a su regreso a Argentina. En cuanto a la colaboración con el centro de investigación vallisoletano, surge en 2011 a través del programa Erasmus Mundus “que permitía movilidades de investigadores argentinos a distintos centros europeos y, por afinidad en los temas, nos pusimos en contacto con el IOBA y empezamos a trabajar conjuntamente”, recuerda.