Investigando el cerebro
Los Campus Científicos de Verano son una actividad organizada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) para los alumnos más brillantes de 4º de ESO y 1º de Bachillerato de toda España. Se desarrollan en las universidades que forman parte de algún Campus de Excelencia Internacional, entre ellas, la Universidad de Salamanca, donde coordina la actividad la Unidad de Cultura Cientítica (UCC) de la institución académica. Dentro de las actividades propuestas, los alumnos han realizado un taller de periodismo científico y el siguiente reportaje ha sido uno de los tres seleccionados.
Javier García Muñoz y Alejandro Sola García/DICYT Algo que nos preocupa a todos son las posibles enfermedades que podrían estar al acecho. Algunas de las más graves y temidas son las neurológicas. Cabe destacar la enfermedad de Alzheimer, la demencia vascular, la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple. En nuestras manos se encuentra la solución de investigar las causas y posibles prevenciones, al igual que mejorar los tratamientos actualmente existentes.
Esa solución es la investigación de los tejidos neurológicos. Para ello, se estudia el cerebro y otros tejidos pertenecientes al sistema nervioso, (que son donados voluntariamente). El lugar en el que se llevan a cabo estos estudios son los bancos de tejidos neurológicos. Se puede definir, según el Banco de Tejidos Neurológicos de Navarra, como centros de conservación de tejidos importantes para el estudio de enfermedades que afectan al sistema nervioso, basado en un programa de donantes. El tejido neurológico de personas con o sin enfermedades neuropsiquiátricas es esencial para la investigación científica. En los bancos de tejidos se recibe el tejido de donantes, se conserva en las condiciones adecuadas para su estudio y se distribuye a los científicos que dirigen sus esfuerzos al conocimiento de estas enfermedades.
Estos centros los encontramos, por ejemplo, en Castilla y León. El centro, que comenzó a funcionar el 1 de abril del presente año, se encuentra en la ciudad de Salamanca. La idea que nos intentan trasmitir es que las donaciones pueden ser de personas tanto enfermas como sanas, de una edad o de otra, u otras variables.
Miguel Ángel Merchán, director del Instituto de Neurociencias de Castilla y León, ha apelado a la solidaridad con las próximas generaciones. Afirma que el objetivo final es que "futuras generaciones no tan lejanas como podemos pensar" se beneficiarán en su día de los tratamientos que se desarrollen a partir de estas investigaciones. El Banco de Tejidos Neurológicos pretende comparar los tejidos portadores de la enfermedad con los que no para encontrar las diferencias y causas de las distintas enfermedades neurológicas, así como obtener posibles tratamientos para ellas.
Los cerebros que llegan al Banco, son divididos en dos mitades. La primera mitad se introduce en formol para el diagnóstico definitivo y la clasificación de los tejidos y la segunda se congela para futuras investigaciones, como el estudio para conocer si los familiares son propensos a padecer este tipo de enfermedades o no. Para llevar a cabo este procedimiento se necesitan donaciones. Actualmente, todo el funcionamiento del Banco de Tejidos se basa en las ya mencionadas. El propio Banco se encarga del proceso de traslado del donante al Hospital Universitario, extracción del órgano y traslado de vuelta al lugar que indiquen los familiares. Antes de realizar este proceso de donación, los donantes son previamente seleccionados realizándose estudios analíticos para descartar la posibilidad de transmisión de ciertas enfermedades, como la hepatitis B o el VIH o incluso algún tipo de cáncer, que entorpecieran el estudio de dichos órganos. Además, deben de firmar un consentimiento en vida de carácter específico, expresando que no se oponen a la donación, al igual que la publicación del mismo en el testimonio del donante acompañado de la firma y el consentimiento de los familiares más allegados.
La investigación de cerebros está avanzando a pasos agigantados. Este tipo de investigación comenzó en los años 60 y 70 en el siglo XX, en Norteamérica y Europa. Destacan el Hospital de la Pitié-Salpêtrière en París y el Banco de Muestras Neurológicas de UCLA en California, siendo estos los más famosos. En España, hay bancos de cerebros en Murcia, Navarra, Galicia, dos en Madrid y dos en Cataluña, en Valencia, Asturias, Cantabria, Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León.
Se pretende con estos bancos conseguir avances en el tratamiento y prevención de enfermedades del tipo neurológicas y para alcanzar este fin, necesitan nuestras donaciones. Todo funciona a partir de ellas. Las donaciones permiten que haya dicha investigación para ayudar a las generaciones venideras a mejorar su calidad de vida.