Alimentación España , León, Lunes, 22 de diciembre de 2008 a las 17:59

La actual cabaña trashumante de la montaña leonesa podría proporcionar carroña a 700 buitres al día

El declive paulatino del ovino perjudica a la población de aves necrófagas de la zona

AMR/DICYT Un estudio realizado por el doctor Pedro Pérez Olea, de la Facultad de Ciencias Experimentales de la IE Universidad de Segovia, y la doctoranda de la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León, Patricia Mateo, ha puesto en relación el papel de la ganadería trashumante que habita en vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, especialmente en la montaña leonesa, con las aves carroñeras asentadas en este entorno. Así, según determina el trabajo, el declive de esta actividad en la zona afectará a la población de necrófagas (alimoches y buitres leonados, concretamente). En la actualidad, ambas especies suman unas 280 parejas, y los restos de las reses ovinas y vacunas podrían alimentar hoy en día a una cantidad total de 700 buitres diariamente.

 

El trabajo, que forma parte de la tesis doctoral de Mateo, ha supuesto tres años de registros en la vertiente sur de la Cordillera Cantábrica, que comprende las provincias de León y Palencia, y otro de redacción de los resultados. Por medio de la toma de muestras en esta área geográfica, se ha observado también que la disminución de la trashumancia en la alta montaña perjudica no sólo a las aves carroñeras, cuyo principal alimento son los restos abandonados de ovejas, vacas o sus crías, sino también al oso pardo cantábrico, que hace uso de carroñas para alimentarse. El ovino permanece en la montaña de julio a finales de octubre, mientras que el vacuno lo hace de abril a noviembre.

 

La tesis, titulada Gestión y conservación de aves carroñeras en sistemas de montaña y codirigida por Pérez Olea y el profesor Francisco José Purroy, de Ciencias Biológicas de León, establece que la población de aves carroñeras del norte de León y Palencia ha permanecido estable en los últimos años a pesar de los cambios de uso ganaderos, como el motivado por la normativa para evitar la propagación de la encefalopatía espongiforme bovina o mal de las vacas locas. "Las aves carroñeras de la Cordillera Cantábrica han resistido mejor estos envites porque los ganaderos han mantenido la necesidad de abandonar las reses muertas en el campo", explica gráficamente Patricia Mateo. Esto es así por que en la zona de montaña se practica la ganadería extensiva. La dificultad de retirar el ganado muerto en parajes de difícil acceso a vehículos facilita el abandono de estos restos y, por tanto, la alimentación de alimoches y buitres leonados.

 

Estado de las poblaciones

 

Los investigadores, coordinados con la SEO (Sociedad Española de Ornitología), han elaborado un censo de las dos especies de necrófagas que habitan la montaña leonesa. Las cincuenta parejas de alimoche, que es una especie territorial, se encuentran repartidas por núcleos dispersos, tanto en la Montaña de Luna, como en la de Riaño. El buitre leonado, por su parte, al ser de caracter colonial, habita Riaño hasta la zona de Garrafe de Torío. Existen 300 parejas de esta especie y su número ha aumentado en los últimos quince años. Ha favorecido el desarrollo del buitre en la zona un mayor control sobre la caza furtiva y que las granjas extensivas proporcionan una mejor alimentación que los muladares, comederos habituales en otros puntos donde anida, como en la provincia de Burgos, o en la comunidad autónoma de Aragón.

 

En su estudio, Mateo no ha reportado ningún ataque a ganado vivo por parte de buitres en la provincia de León. En otras áreas geográficas, la falta de carroña ha obligado en algunos casos al buitre leonado a cambiar sus rutinas alimenticias y atacar al ganado vacuno u ovino para sobrevivir. Su trabajo se encuentra en fase de revisión para revistas recogidas en el Journal Citation Report. AVAFES (Asociación Veterinaria para la Atención de la Fauna Exótica y Salvaje) ofrecerá una charla con la bióloga en la Facultad de Ciencias Biológicas y Ambientales de la Universidad de León el próximo día 14 a las 20 horas.