Espacio España , Internacional, Miércoles, 24 de marzo de 2004 a las 14:31

La Agencia Espacial Europea desvela el misterio de la 'neblina' de rayos gamma de nuestra galaxia

La revista 'Nature' ha publicado los resultados de este descubrimiento

JTF/DICYT Integral, el observatorio de rayos gamma de alta sensibilidad de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha conseguido desvelar el misterio que se escondía tras el brillo difuso de rayos gamma procedente del centro de nuestra galaxia descubierto durante la década de los setenta. La investigación ha conseguido determinar que este fenómeno es en realidad la superposición de los rayos gamma procedentes de más de cien fuentes individuales.

 

Estos rayos gamma, que inundan toda la galaxia fueron descubiertos hace treinta años y recibieron el nombre de fondo de rayos gamma suaves. Inicialmente los astrónomos los identificaron como radiación procedente de la interacción de los átomos de gas que entran en nuestra galaxia. Sin embargo esta teoría, que ha permanecido en entredicho durante estos treinta años, no ha sido capaz de explicar la intensidad de los mismos.

 

Con el nuevo telescopio Integral se ha podido observar que la niebla de rayos gamma en realidad procede de de objetos individuales diferentes. Así, según se relata en el artículo publicado en Nature, Francois Lebrun y su equipo de investigador han conseguido identificar 91 fuentes diferentes de rayos gama que, además, no corresponden a ninguno de los objetos estelares conocidos hasta ahora. Las primeras explicaciones a estos resultados apuntan en dos líneas diferentes: una es que estos objetos pudieran ser sistemas de dos cuerpos estelares, uno de los cuales podría ser un agujero negro, mientras que la otra apunta a la posibilidad de que estas fuentes de rayos gamma tengan su origen en restos de estrellas que han explotado y están girando rápidamente. En cualquier caso estos primeros resultados parecen confirmar que el 90% de la radiación gamma del Universo procede de estos cuerpos.

 

Rayos X y rayos gamma

 

El Laboratorio Internacional de Astrofísica de Rayos Gamma es el primer observatorio espacial dotado de instrumentos que permiten observar simultáneamente objetos celestes, además de con luz visible, a través de rayos X y rayos gamma. Sus objetivos de análisis son las regiones más energéticas de la galaxia, relacionadas con los agujeros negros, en las que se están formando nuevos elementos químicos.

 

Por su parte, el XMM-Newton es una nave espacial dotada de potente sensores de observación que fue lanzada al espacio por la Agencia Espacial Europea a finales de 1999 con el objetivo de que los astrónomos pudieran observar de manera ininterrumpida objetos celestes. Para ello se encuentra situado en un órbita lo suficientemente alejada de la Tierra, aproximadamente un tercio de la distancia entre nuestro planeta y la Luna, de tal manera que sus aparatos de observación no se vean estorbados por la presencia de la Tierra. Hasta este momento ha sido capaz de descubrir más fuentes de rayos X que cualquier otro observatorio existente en la actualidad.