Medio Ambiente México , Baja California Sur, Mi茅rcoles, 24 de noviembre de 2021 a las 13:28
COLUMNA | SOMOS MAM脥FEROS

La boca: una caja de herramientas

Los organismos requieren de energ铆a para poder desarrollar sus actividades cotidianas, esta energ铆a la consiguen de los alimentos que pueden ser procesados gracias a las herramientas que se encuentran en la boca

Alina Gabriela Monroy-Gamboa y Sergio Ticul Álvarez-Castañeda/CIBNOR/DICYT Uno de los cambios evolutivos más importantes en los mamíferos y que define su éxito como grupo taxonómico es la capacidad de poder tener actividad a diferentes horas del día y la noche, en diferentes temperaturas ambientales y prácticamente en cualquier tipo de hábitat. Es esencial, que las especies tengan los instrumentos que les ayuden a ingerir cualquier tipo de alimento y poder vivir en cualquier parte del planeta.


Las herramientas más importantes e indispensables son los dientes y la mandíbula. La mandíbula de los mamíferos es una pieza única que consiste en un solo hueso, por lo que tienen mayor fuerza de compresión y es estructuralmente más sólida, en comparación con cualquier otro grupo de vertebrados, donde está formada por más de un hueso. La mandíbula tiene el proceso articular que es una estructura que se ajusta de manera firme al cráneo y que le brinda un fuerte punto de apoyo, permitiéndole generar mucha fuerza en la mordida, dependiendo de la especie y su tipo de alimentación. También tiene el proceso corónides en el que se insertan los músculos de masticación donde existe una mayor área que significa tener mayor superficie de inserción, por lo que el músculo es más fuerte y potente, proporcionalmente que en otras especies de vertebrados.


La fuerza de la mandíbula no serviría de nada si no tiene las herramientas complementarias y especializadas para poder hacer todo lo necesario para su buen funcionamiento. Estas herramientas complementarias son los dientes, estructuras formadas por dentina (material blando) y esmalte (el material más duro dentro de las estructuras de los mamíferos). Al combinarse estos dos materiales en formas diversas, se obtiene una alta versatilidad, por lo que pueden tener múltiples funciones. Los mamíferos se diferencian de otros vertebrados como los reptiles, los cuales tienen un solo tipo de dientes (de forma cónica), debido a que presentan una amplia gama de formas y número de dientes entre las especies, dependiendo de su dieta. Por ejemplo, en los molares de muchos de los que comen plantas la combinación de esmalte y dentina hace que existan intercaladas áreas de desgaste rápido y de desgaste lento, por lo que la superficie siempre estará rugosa, que es lo ideal para la molienda de granos y plantas. Otro ejemplo se encuentra en los ratones, donde la superficie frontal de los incisivos es de esmalte y la dorsal de dentina, esto hace que la mordida de los incisivos inferiores y superiores sea como el filo de unas tijeras que pueden cortar o perforar superficies de diferentes materiales, incluso si son muy duras. Se podría suponer que mientras más roan una superficie, los dientes perderán su filo, pero resulta lo opuesto, mientras más los usan, más se afilan.

 

En muchas de las otras especies los incisivos son usados para cortar, como es el caso del humano cuando muerde una manzana y corta una porción que después triturará con los molares y premolares. Algunas especies que comen pastos, al solo comer la parte más tierna o suave, no tienen los incisivos completos, debido a que arrancan la parte que se comerán con los labios y después las mastican. Entre los incisivos más raros por su forma, están las defensas de los elefantes, mal llamadas colmillos porque anatómicamente pertenecen a los incisivos.


La segunda pieza de dientes es el canino o el colmillo. Son características de las especies que comen carne, motivo por el cual se les denomina carnívoros, aunque no son específicos para este grupo, otros grupos que no son especialistas en comer carne, también los poseen. Los caninos han sido comparados con un par de cuchillos que los depredadores utilizan para sujetar y matar a las presas. Son piezas en su gran mayoría de esmalte, muy duras y de forma elíptica con el eje mayor longitudinal al cuerpo del individuo.

 

El animal con los caninos más grandes corresponde a un felino, el llamado dientes de sable, aunque no se trata de una sola especie, son varias, de diferentes orígenes y distribuciones geográficas. Una de las hipótesis aceptadas es que esos felinos depredaban diferentes especies de elefantes, muy abundantes en todo el mundo hace más de 10,000 años. Usaban los colmillos para poder atravesar la gruesa piel de los paquidermos. Otro canino fuera de lo normal, es el llamado cuerno de los narvales (delfines con un “cuerno”, Monodon monoceros), en realidad se trata del canino superior izquierdo (principalmente), que está retorcido de manera helicoidal, alcanza a medir cerca de dos metros, con el tiempo se modificó y este canino se volvió obsoleto funcionalmente.


Todos los mamíferos tienen dientes para moler su alimento. Estas piezas se dividen en dos, los molares y los premolares, se diferencian en que los molares tienen cuatro raíces, mientras que los premolares presentan entre tres y una, dependiendo del tamaño. La forma de las coronas de los molariformes son muy variadas, dependen del tipo de alimento que van a moler. Se tienen desde las planas con crestas combinadas latitudinales para moler plantas hasta las de crestas cortantes y en forma de tijera para fraccionar la carne. En los de los humanos presentan crestas romas, lo que le permite ser multifuncionales, pueden moler plantas, romper semillas o machacar carne, por ello, el humano puede consumir una gran variedad de alimentos en su dieta.

 

La boca de los seres vivos es como una caja de herramientas, hay herramientas específicas para cada tarea a realizar. Dependiendo de qué coman los organismos, serán las herramientas de las que estén dotados. Por ello, los dientes en los mamíferos varían en forma, tamaño y número.

 

Autores
Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, S. C. Instituto Politécnico Nacional 195, CP. 23205, La Paz, Baja California Sur, México. Email beu_ribetzin@hotmail.com (AGM-G), sticul@cibnor.mx (STA-C).