La ciencia hace frente al reto de la sequía, “el principal problema de la agricultura en España”
JPA/DICYT El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (IRNASA) acogió hoy una jornada que pertenece al ciclo de conferencias ‘¿Qué sabemos de…?’ del CSIC con tres investigadores jóvenes punteros en sus respectivos campos. Todos han recibido ayudas ERC (European Research Council o Consejo Europeo de Investigación) de más de un millón de euros para desarrollar proyectos en el ámbito de las Ciencias Agrarias y han compartido su experiencia con el público que se ha acercado al centro.
Ana Caño Delgado, que trabaja en el Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG, en Barcelona) ha explicado en declaraciones a DiCYT que su trabajo consiste en “implementar los conocimientos de biología molecular que tenemos en la actualidad para hacer ingeniería genética de plantas y poder hacer frente a los retos de la agricultura durante el cambio climático”.
En concreto, “nos preocupa mucho la sequía, estamos intentando producir cereales que sean resistentes”. Actualmente, “es el principal problema de la agricultura”, ya que en España se están perdiendo en torno al 40% de las cosechas por este motivo. “Nuestro abordaje se centra en conocer los cambios que sufren las plantas en el estrés por falta de agua, encontrar los genes responsables de estos cambios y modificarlos para hacer plantas más tolerantes y mejor adaptadas”, destacó.
El reto pasa por “modificar tanto la planta como los sistemas de riego y la relación de la planta con el suelo para poder optimizar el uso de agua en la agricultura”. En este sentido, el momento actual es “muy importante para la investigación agraria porque tenemos muchísimas herramientas para darle solución a un problema social, como es la alimentación”.
En España está en marcha un cambio de modelo. “Hay mucha innovación en el sector agrícola gracias al trabajo conjunto de quienes trabajamos en biotecnología, manejo de los riegos y suelos. La sinergia de las tres áreas está empezando a dar frutos, pero no son suficientes, puesto que el cambio climático es muy severo”, aseguró la experta.
Mejorando las fresas
Por su parte, David Posé Padilla, del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea (IHSM, en Málaga), explicó cómo se introdujo el cultivo de la fresa en España y comentó su proyecto. “Tratamos de identificar los genes importantes para la maduración, porque es el proceso que determina la calidad del fruto”, comentó, así como los genes “involucrados en el sabor, compuestos volátiles, azúcares, la firmeza del fruto y otras componentes de la calidad”.
Una vez que se sepan los determinantes genéticos responsables de las características y procesos, “el paso lógico sería utilizar esa información para intentar obtener plantas mejoradas”, aunque la fresa es una planta muy compleja y ese objetivo se plantea a largo plazo.
Bacterias importantes para sanidad animal y salud humana
Finalmente, Alejandro Toledo Arana, del Instituto de Agrobiotecnología (IdAB, en Navarra), habló de bacterias patógenas. Su trabajo se centra en Staphylococcus aureus, uno de los principales patógenos en el ámbito clínico y en sanidad animal. “La idea es tratar de identificar genes importantes en distintos procesos de regulación que puedan estar relacionados con la virulencia del patógeno o incluso con la resistencia a antibióticos o la formación de biofilm, que es importante en infecciones relacionadas con implantes, por ejemplo”.
El número de resistencias a antibióticos se ha incrementado notablemente en los últimos tiempos y esto dificulta e incrementa el coste de los tratamientos. Entender los procesos moleculares permitirá desarrollar nuevos antibióticos tanto en sanidad animal como en salud humana.