Health Brazil São Paulo, São Paulo, Thursday, June 09 of 2022, 08:19

La estimulación transcraneal disminuye la presión arterial en hipertensos resistentes

Un nuevo método podría emplearse en el tratamiento de emergencia de pacientes con crisis hipertensivas

AGENCIA FAPESP – Diversos grupos de investigación se han abocado a la búsqueda de alternativas no farmacológicas tendientes a ayudar en el control de la hipertensión arterial resistente. Y un estudio publicado recientemente en la revista Frontiers in Cardiovascular Medicine apunta que la estimulación transcraneal o transcraneana por corriente continua (ETCC) puede erigirse como una opción.

 

Tal como su nombre lo sugiere, esta enfermedad es refractaria a los tratamientos farmacológicos disponibles. Los pacientes toman tres o más tipos de medicamentos antihipertensivos diariamente –en general en sus dosis máximas–, pero aun así conviven con niveles de presión elevados, con gran riesgo de padecer complicaciones cardíacas, vasculares y cerebrales.

 

En la Facultad de Educación Física de la Universidad de Campinas (FEF-Unicamp), en el estado de São Paulo, Brasil, los investigadores evaluaron los efectos de una sola sesión (de estimulación aguda) y de diez sesiones consecutivas (de estimulación prolongada) de ETCC sobre la presión arterial periférica y central de 13 voluntarios con hipertensión resistente. Seis meses antes del comienzo del estudio, se evaluó a los pacientes al respecto de su adhesión al tratamiento medicamentoso –que se mantuvo durante el estudio– y se descartaron otras condiciones clínicas que pudiesen tener influjo sobre la presión.

 

“En la estimulación aguda, hubo pacientes con una reducción de 15 mmHg [milímetros de mercurio] en la presión sistólica de 24 horas, evaluada mediante monitoreo ambulatorio. Una baja de esa magnitud puede hacer que disminuyan mucho los riesgos cardiovasculares”, dice Bruno Rodrigues, coordinador de la investigación apoyada por la FAPESP.

 

Graduado en educación física, con doctorado en fisiopatología y posdoctorado realizado en el Instituto del Corazón (InCor) de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (FM-USP), Rodrigues actualmente es docente de la FEF-Unicamp. “Este fue un estudio pequeño, y se hace necesaria llevar a cabo investigaciones más robustas. Con un mayor cuerpo de evidencias que corroboren nuestros hallazgos, será posible pensar en la ETCC como una forma de intervención de urgencia destinada a pacientes con crisis hipertensivas”, sostiene.

 

La tolerancia

 

Los resultados del ensayo clínico muestran a su vez que la estimulación prolongada no disminuyó la presión arterial braquial (medida en la arteria braquial, en el brazo, en consultorio y con seguimiento durante 24 horas). “Una de las suposiciones indica que la estimulación continua durante diez días puede haber aumentado la tolerancia y, por ende, solamente habría funcionado durante el período inicial, para después volver a lo normal”, informa Rodrigues.

 

Investigaciones anteriores del grupo, también apoyadas por la FAPESP, habían revelado el potencial de la estimulación transcraneal con relación al control autónomo cardíaco y a la disminución de la presión arterial en pacientes con hipertensión entre leve y moderada, indicando la posibilidad de que la ETCC pudiese aplicarse para tratar a los hipertensos resistentes.

 

En el trabajo actual, un ensayo clínico doble ciego, aleatorizado y cruzado (un modelo en el cual los voluntarios quedan aleatoriamente divididos en grupos sin que ni los participantes ni los investigadores sepan qué tipo de intervención se concretó con cada uno), se compararon los efectos de la estimulación real (ETCC) y de una forma ficticia (sham) en sesiones de 20 minutos, que siguieron dos protocolos de investigación. A los pacientes sorteados para la estimulación ficticia se les aplicaron pulsos solamente durante los tres primeros minutos de la sesión y permanecieron otros 17 minutos con electrodos en la piel simulando la terapia, mientras que los otros recibieron la estimulación completa durante los 20 minutos. Tras una semana de intervalo, a todos se los sometió a diez sesiones consecutivas. Luego de un nuevo intervalo, los que habían recibido placebo fueron tratados con la estimulación verdadera y viceversa.

 

También se pusieron a prueba los efectos de la estimulación sobre el sistema nervioso autónomo (aquel que controla funciones tales como la respiración, la circulación de la sangre, la temperatura y la digestión, y que se divide en simpático y parasimpático) y sobre marcadores en la sangre (cortisol, noradrenalina, acetilcolinesterasa y citoquinas) relacionados con mecanismos y sustancias que han sido asociados al control de la presión arterial.

 

La hiperactividad del sistema nervioso simpático (responsable de las respuestas del organismo a situaciones de peligro inminente, como acelerar el ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria, por ejemplo) es considerada como una de las principales causas de la hipertensión arterial y cobra un relieve aún mayor en los pacientes hipertensos resistentes. Está asociada a la elevación de la frecuencia cardíaca y de las chances de padecer arritmias, a la vasoconstricción y al remodelado de los vasos sanguíneos y del corazón. En tanto, la activación del sistema nervioso parasimpático (que hace el efecto inverso, desacelerando el organismo) ha sido relacionada con una mejoría de la función cardíaca, a una merma de los niveles de presión e incluso de ciertos parámetros inflamatorios.

 

Todos los estudios se realizaron en colaboración con Heitor Moreno Junior, coordinador del Centro Ambulatorio de Hipertensión Resistente de la Facultad de Ciencias Médicas de la Unicamp. La estimulación puso en evidencia algunos efectos que deben estudiarse mejor. “En forma aguda o prolongada, la ETCC generó una reducción de la modulación del sistema nervioso simpático y aumentó la modulación del nervio vago [parasimpática]. Estos hallazgos también pueden estar relacionados con el aumento de una citoquina antiinflamatoria [un tipo de proteína elaborada por células del sistema inmunitario] en el plasma sanguíneo, como la interleuquina-10”. El próximo paso consistirá en comprobar la asociación directa de la ETCC con la modulación del sistema autónomo.