Ciencia España Washington, D.C., Internacional, Miércoles, 03 de marzo de 2004 a las 00:10

La NASA presenta evidencias de la presencia de agua en Marte

En una conferencia de prensa el equipo científico de la misión ha explicado el conjunto de evidencias que llevan a creer en la existencia de un "entorno habitable"en el pasado

Marcelo Sabbatini/DICYT La misión de exploración robótica del planeta Marte iniciada este año por la NASA ha logrado su primera gran descubrimiento: la existencia de pruebas de que hubo agua en este planeta en el pasado. Esta ha sido la principal revelación de una rueda de prensa convocada en la tarde de ayer por la agencia espacial norteamericana en Washington, que ha contado con la atención de la opiniñon pública mundial.

El principal investigador de la misión Mars Exploration Rover, el profesor Steve Squyres, de la Universidad de Cornell, abrió la comparecencia explicando que los datos recogidos por el Opportunity llevan su equipo a creer que en el pasado la existencia abundante de agua en Marte proporcionó un “entorno habitable por un período razonable de tiempo”. Además del profesor Squyres han participado de la conferencia otros cuatro científicos del equipo, que han explicado a la prensa sus los descubrimientos que les han llevado a concluir que las rocas analizadas se encontraron “empapadas” en agua en el pasado. 

Dicha conclusión se basa en la interpretación de cuatro conjuntos de evidencias científicas, reunidas por el robot geólogo durante las exploraciones realizadas las últimas tres semanas en el afloramiento de rocas situado en la región de Meridiani Planum, el lugar en que aterrizó el pasado 25 de enero.

La primera de las evidencias se refiere a los objetos esféricos de pocos milímetros de diámetro, bautizadas informalmente como “arándanos” por los científicos de la NASA, y que se han identificado como concreciones (el mismo tipo de formación geológica que las estalagmitas y estalactitas) que se generan debido a la infiltración de aguas que contienen altos niveles de sales.

La segunda evidencia está relacionada con los agujeros de cerca de un centímetro de largo por un cuarto de alto, orientados de forma aleatoria, donde se habrían formado cristales debido a la presencia de aguas salinas. En estas formaciones geológicas, en el momento en que los cristales se disuelven, debido a la erosión o la presencia de agua menos salina, se quedan estos “huecos”. La roca El Capitán recibe dicho nombre en honor del pico más alto del Parque Nacional de Guadalupe, en Texas, uno de los afloramientos rocosos más visitados por los geológos en Estados Unidos.

Las otras dos pruebas se han reunido a través del análisis de la composición química de las rocas del afloramiento. En primer lugar, se ha detectado un nivel de azufre mucho más alto que lo sería esperado, descubrimiento en el que ha sido decisiva la actuación de la herramienta de abrasión de rocas del Opportunity.

 

Presencia de Jarosita

 

También se ha detectado la presencia de un mineral sulfatado con presencia de hierro, denominado Jarosita. En la Tierra, las rocas que contienen niveles semejantes de sales sulforosas se han formado en la presencia del agua, por ejemplo en lagos ácidos o fuentes termales. Cabe destacar que dos de los instrumentos que han proporcionado los datos más significativos para estas conclusiones, los espectrómetros de rayos-X y el Mössbauer, han sido diseñados con la colaboración europea a través de la Universidad de Gutenberg de Mainz, Alemania.

En conjunto, los indicios hoy presentados señalan la existencia de un ambiente rico en agua, "que no evidencia la existencia de vida, pero sí de un ambiente propicio para ella”, ha aclarado John Grotzinger, geóologo del prestigioso Massachusetts Institute of Technology (MIT) y miembro del equipo científico. Además, las condiciones en que se han preservado estas rocas son las más propicias para que se preservaran registros fósiles de la actividad biológica, por lo cual la investigación futura podría revelar la existencia de vida en Marte en épocas pasadas.

Aunque estas sean las primeras pruebas de que hubo zonas del planeta con agua en abundancia, la presencia de ésta ya era conocida en el Planeta Rojo. El pasado día 23 de enero, la sonda Mars Express de la Agencia Espacial Europea detectó con sus instrumentos científicos la existencia de hielo en el casquete polar Sur.

 

"Yo creo que hay más agua ahí fuera de lo que se supone"
Fernando Rull, profesor del Departamento de Física de la Materia Condensada, Cristalografía y Mineralogía de la Universidad de Valladolid, colabora con la NASA en algunos de sus proyectos científicos a través del Centro de Astrobiología del CSIC, y se muestra cauto con respecto a la verificación de la presencia de agua en un terreno a partir del analisis de los minerales. A este respecto el profesor Rull ya dio su opinión hace unos días a DICYT en referencia a la misión de la sonda Rosetta, enviada ayer po la mañana al espacio por la Agencia Espacial Europea para analizar un cometa en 2014 y que podría ofrecer nuevos datos sobre la formación de los planetas del Sistema Solar y de la propia Tierra: "Los análisis de los meteoritos demuestran la cantidad de calcita o aragonito (dos carburantes cálcicos) que ha sufrido alteraciones en el cinturón de asteroides, acusa también el tipo de formación de la roca y la medida en que el agua ha tenido algo que ver. Sin embargo, damos por hecho que la formación de minerales evaporíticos se debe a la evaporación acuosa, cuando se podría dar el caso que su formación se debiera a otro tipo de reacción con compuestos entre los que no estuviera el agua. Esto desmontaría las teorías que se utilizan habitualmente y supondría tener que revisar el uso de los minerales como índice de que ha habido agua. Yo pienso que hay más agua ahí fuera de lo que se supone".