Alimentación España , Valladolid, Martes, 05 de septiembre de 2006 a las 14:43

La población de estornino negro ha crecido en Castilla y León una media anual del 3'8% desde 1998

La especie es una de las que mejor se han adaptado a la evolución de su hábitat, según la Sociedad Española de Ornitología

AVPR/DICYT La población de estornino negro en Castilla y León ha crecido una media anual del 3’8% en los últimos ocho años haciéndose cada vez más reconocible su presencia en ciudades como Ávila, Salamanca y Zamora, donde su buena adaptación a las nuevas condiciones del hábitat ha ocasionado problemas diversos problemas a vecinos y ayuntamientos. Este ave es una de las 26 especies que mantienen una tendencia de crecimiento positiva, del total de 100 cuya evolución ha sido seguida muy de cerca por los técnicos del programa de Seguimiento de Aves Reproductoras que desde 1998 mantiene la Sociedad Española de Ornitología en todo el territorio nacional.

Según los datos ofrecidos a DICYT por SEO/Birdlife, "aunque en general el crecimiento de la población ha evolucionado positivamente a lo largo del periodo de estudio mencionado, pueden identificarse claramente algunos años en los que las colonias de estorninos residentes en la comunidad han visto frenado su crecimiento e incluso han registrado valores negativos. Así en 1999, la población se redujo un 4%, mientras que 2003 supuso un freno brusco en el crecimiento demográfico de esta especie ya se paso de contar con un 12% más de estorninos que los censados en 1998 a registrar un 5% más de aves con respecto al primer año de estudio".

El estornino negro es un ave de acusada tendencia antropófila y se siente cómodo utilizando las edificaciones humanas para construir sus nidos, aunque es también habitual que críe en oquedades de árboles de cierto porte que no estén ubicadas en formaciones boscosas densas. De la misma manera puede describirse como una especie gregaria, que mantiene sus dormideros durante todo el año, tanto durante la nidificación como durante la invernada. Se alimenta preferentemente en el suelo, en prados y pastos, pero no rehuye zonas cultivadas y bosques aclarados como los encinares adehesados y las zonas agrícolas de regadío.