Salud España Salamanca, Salamanca, Lunes, 29 de octubre de 2007 a las 13:53

La reducción de grasas saturadas en la dieta de las personas mayores es una de las claves para evitar el deterioro físico y mental

Juan Antonio González inaugura hoy las 'X Jornadas Científicas sobre Envejecimiento' relacionando alimentación y calidad de vida

JPA/DICYT Juan Antonio González González, presidente de honor de la Real Academia de Medicina de Salamanca, inaugurará esta tarde las X Jornadas Científicas sobre Envejecimiento en el Palacio de Congresos de Castilla y León de la capital salmantina con una conferencia que relaciona la alimentación y la calidad de vida en las personas mayores. Entre las tesis que defenderá destaca la importancia de modificar algunos aspectos de la dieta con el paso de los años, especialmente reducir el número de grasas saturadas, para evitar el deterioro físico y mental.

 

"En el paso de la madurez al envejecimiento cambian las necesidades nutritivas, porque se producen algunas modificaciones en el metabolismo", ha declarado el especialista a DICYT. "Lo más importante es mantener una dieta equilibrada, con hidratos de carbono, proteínas y grasas, como en cualquier edad, pero en el caso de las grasas se debe producir una disminución de las saturadas y conservar toda la vida el aporte de las insaturadas", ha puntualizado.

 

En cualquier caso, el doctor González González aclara que toda dieta tiene que adaptarse a las situaciones individuales de cada persona, variando el número de calorías en función de la actividad física y mental, así como de las enfermedades que pueda tener un anciano. "Hay que adaptar la alimentación a la persona, sabiendo qué cantidad debe tomar y por qué", resume.

 

Manifestaciones patológicas

 

Una alimentación incorrecta en la tercera edad puede acarrear algunas manifestaciones patológicas, como la desnutrición, la obesidad, los transtornos metabólicos y de las funciones renales, además de otros problemas cardiovasculares asociados al exceso de grasas saturadas. Entre los problemas más habituales, el "desequilibrio en el estado nutritivo" lleva con frecuencia a "situaciones de anemia por falta de hierro", cita el especialista como ejemplo.

 

Las jornadas sobre envejecimiento que comienzan a las 19:00 horas esta tarde con la conferencia de Juan Antonio González continuarán mañana con la intervención del presidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Castilla y León, Ignacio Toranzo, que hablará de las condiciones para un envejecimiento satisfactorio, y del presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, Pedro Gil, que se centrará en la pérdida de memoria. Por último, el miércoles, día 31, el profesor de la Universidad de Salamanca Rogelio González abordará las bases genéticas del envejecimiento.

 

Grasas saturadas e insaturadas 
La grasa presenta distintos grados de saturación en función de los ácidos que la forman, de manera que habitualmente se realiza una distinción entre las saturadas y las insaturadas. Las primeras suelen ser de origen animal y presentarse en estado sólido a temperatura ambiente, siendo responsables de problemas de colesterol y circulación. En cuanto a las insaturadas, monoinsaturadas o poliinsaturadas, se trata básicamente de los aceites vegetales, líquidos a temperatura ambiente, y son nutrientes esenciales que el organismo humano no puede fabricar por sí mismo. Las grasas monoinsaturadas aumentan el llamado colesterol bueno (HDL) y disminuyen el malo (LDL).