La relación entre jabalíes y murciélagos es preocupante, apunta una investigación
AGENCIA FAPESP/DICYT La cantidad de murciélagos vampiros, que transmiten la rabia y preocupan a los productores agropecuarios, puede aumentar en Brasil y en toda América debido a la proliferación de las poblaciones de otra especie animal: el jabalí.
Un grupo de investigadores acaba de poner en evidencia un aumento alarmante de la distribución y de la cantidad de jabalíes y cerdos ferales. Asimismo, quedó demostrado que los vampiros comunes (Desmodus rotundus), una especie de murciélago vampiro, han pasado a alimentarse con la sangre de estos cerdos.
A medida que la población de jabalíes aumenta, también se incrementan los daños a la agricultura y a la fauna nativa, entre otros problemas. Los jabalíes suministran una fuente también creciente de sangre a los vampiros, lo que puede aumentar y mucho la población de estos murciélagos.
Los resultados de este estudio, que cuenta con el apoyo de la FAPESP, salieron publicados en la revista Frontiers in Ecology and the Environment y están a cargo de Mauro Galetti, docente del Instituto de Biociencias de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), con sede en la ciudad de Rio Claro (São Paulo, Brasil), su doctorando Felipe Pedrosa, Alexine Keuroghlian, bióloga de la Wildlife Conservation Society – Brasil, e Ivan Sazima, profesor colaborador del Museo de Zoología de la Universidad de Campinas (Unicamp), en São Paulo.
De las alrededor de 1.200 especies de murciélagos existentes en el planeta, sólo tres –todas de América– se alimentan exclusivamente de sangre. Desmodus rotundus es la especie de vampiro con mayor distribución: habita un territorio que se extiende desde México hasta Argentina. Estos animales buscan fundamentalmente sangre de ganado, pero existen casos documentados de depredación también de la fauna nativa: de tapires y corzuelas.
En el Bosque Atlántico, aproximadamente el 1,4% de los vampiros porta el virus de la rabia. En la Amazonia peruana, dicha proporción puede llegar al 10%. La transmisión de la rabia por vampiros es una de las mayores preocupaciones de los productores ganaderos en Brasil, incluso en las zonas donde el ganado está vacunado. Sucede que los animales silvestres, y esto incluye a los cerdos ferales, no están vacunados, lo que crea un potencial elevado de propagación de la enfermedad.
En los últimos 12 años, el grupo de investigadores ha utilizado trampas fotográficas, que son cámaras especiales que graban por las noches en infrarrojo y se disparan automáticamente cuando sus sensores detectan el paso de algún animal.
Se tomaron 10.529 fotos y videos con diversos ejemplos de vampiros depredando cerdos ferales, ganado, tapires y corzuelas coloradas. Se seleccionaron 158 eventos en el Pantanal (101 con cerdos ferales, 38 con corzuelas y 19 con tapires) y 87 eventos en el Bosque Atlántico (35 con cerdos ferales, 29 con corzuelas y 23 con tapires). Con base en estos eventos, los investigadores calcularon que el porcentaje de encuentros entre vampiros y jabalíes es alto: de alrededor del 10% en las noches en que se realizaron los registros.
“El virus de la rabia es transmitido a través de la saliva de los murciélagos. El vampiro D. rotundus es también un reservatorio de otros virus con potencial epidemiológico, tales como el hantavirus y el coronavirus”, dijo Sazima.
“A los murciélagos vampiros les gusta mucho la sangre de los cerdos. El paso del cerdo doméstico al cerdo feral y al jabalí le habría resultado sencillo a un animal adaptable como el vampiro”, dijo Sazima. Los cerdos ferales o jabacerdos son animales resultantes del cruzamiento entre jabalíes, una especie silvestre europea, con cerdos salidos de propiedades rurales de Brasil.
Cerdos ferales
Los jabacerdos alían la ferocidad de los jabalíes con las dimensiones y la fertilidad del cerdo doméstico, un animal seleccionado para proveer más carne y crías que su ancestro salvaje. Un jabalí macho adulto llega a pesar 100 kilos. Un jabacerdo puede pesar más de 150 kilos y se reproduce constantemente.
Brasil enfrenta una invasión de jabalíes y jabacerdos sin precedentes en las zonas rurales, con un aumento del 500% desde 2007. En 1989, los jabalíes ferales de Uruguay empezaron a cruzar la frontera con el estado de Rio Grande do Sul, en Brasil. Fue el comienzo de la infestación en la región sur del país.
“A mediados de la década de 1990, hubo en el sudeste de Brasil un gran incentivo a la producción de carne de jabalí. Los productores importaron matrices y formaron planteles. Pero el negocio no se mostró tan rentable y algunos productores lo abandonaron soltando a los jabalíes”, dijo Pedrosa.
En un intento por salvar el negocio, los productores empezaron a cruzar a los jabalíes con cerdos domésticos para producir los llamados jabacerdos, que también fueron soltados. Por ese motivo, la infestación, que hasta entonces se restringía al sur, avanzó por el sudeste hasta el Bosque Atlántico, en el estado de São Paulo. En la zona del Pantanal, la invasión es más antigua y se remonta al comienzo de la colonización portuguesa, con cerdos criados sueltos que se descarriaron y dieron origen al jabalí salvaje.
“Los jabalíes, jabacerdos y los jabalíes salvajes son todos de la misma especie del cerdo doméstico (Sus scrofa). La distribución natural del jabalí está en Europa y Asia, aunque fue introducido en Australia, América del Sur y Estados Unidos. Los jabalíes y los demás suidos (cerdos) transformados al estado salvaje están considerados como una de las peores especies exóticas del mundo”, destacan los investigadores.
En el estudio se arriba a la conclusión de que la invasión de jabalíes en el Bosque Atlántico y en el Pantanal constituye una seria amenaza y existe “una necesidad urgente de desarrollar e implementar medidas efectivas de control”.
Los jabacerdos son animales sociales que andan en manadas, son agresivos y muy peligrosos. “En pocos años estarán en la Amazonia y en la Caatinga. En Europa y en Estados Unidos el jabalí es la especie de vertebrado que más crece en cantidad. Solamente en 2016, en la frontera de Dinamarca con Alemania, se sacrificaron 14 mil de estos cerdos”, dijo Galetti.
Este problema puede no ceñirse únicamente a los cerdos. “Para los animales nativos que son mordidos por murciélagos vampiros, tales como tapires, venados o corzuelas y carpinchos, existe también el potencial de transmisión de otras enfermedades virales existentes en los jabalíes”, dijo Keuroghlian.