Alimentación España , León, Jueves, 03 de noviembre de 2011 a las 16:50

La Reserva de la Biosfera Alto Bernesga acoge 12 especies de flora protegidas

Del total de estas plantas, cinco están consideradas como de "atención preferente" en el Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León

RAG/DICYT La Reserva de la Biosfera Alto Bernesga, ubicada en la vertiente leonesa de la Cordillera Cantábrica, cuenta con 12 especies de flora protegidas, de las que cinco están consideradas como de "atención preferente" en el Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León y dos de "aprovechamiento regulado". El patrimonio vegetal es especialmente destacado en esta zona, en la que existe un total de 102 endemismos a lo largo de sus 33.442 hectáreas.

 

Entre las especies que requieren esta mayor atención se encuentra la orquídea gigante (Barlia robertiana), la cual crece en matorrales, prados y claros de bosques, así como en sistemas dunares, desde el nivel del mar a los 1.100 metros, según datos del catálogo de endemismos de la Reserva recogidos por DiCYT. La planta, que florece entre febrero y mayo, crece a plena luz del sol, es capaz de soportar grandes variaciones de temperatura y desarrolla tallos de hasta 80 centímetros.

 

Otra de las especies vegetales en esta sensible situación es la conocida como copa de duende (Homogyne alpina), de entre 10 y 35 centímetros de tamaño, de llamativas flores rojas y púrpuras, y distribuida entre matorrales subalpinos, bosques de pino negro y prados húmedos de montaña entre los 1.600 y los 2.600 metros. Junto a ella, también presente en la Reserva de Alto Bernesga se encuentra la Hugueninia tanacetifolia subsp. suffruticosa, una hierba de largos tallos que crece en las orillas de arroyos y cascadas y en zonas de suelos húmedos poco ácidos y ricos en nutrientes, según especifica el catálogo.

 

Las otras dos especies consideradas como de "atención preferente" son el trébol acuático (Menyanthes trifoliat) y la Santolina semidentat. La primera es una planta perenne de río que se desarrolla en zonas turbosas o cenagosas a las orillas de lagos o estanques con suelos encharcados y cuyas flores presentan colores blancos o rosados. La segunda, por su parte, se registra en la Reserva de la Biosfera en suelos poco profundos, soleados, secos y semiáridos, y es reconocible por sus características flores amarillas.

 

Dos especies de aprovechamiento regulado

 

Además de estas cinco especies de "atención preferente", la Reserva Alto Bernesga acoge a otras dos consideradas como de "aprovechamiento regulado" en el Catálogo de Flora Protegida de Castilla y León. Una de ellas es la hierba Gentiana lutea, propia de prados de siega, hayedos, pinares, brezales y piornales. La otra, la denominada té de roca o rabo de gato (Sideritis hyssopifolia), se da en pastizales de alta montaña, claros de bosque y pedregales; y es conocida por sus propiedades digestivas.

 

La riqueza vegetal de Alto Bernesga se refleja en el elevado número de endemismos con los que cuenta, 102 en total. De ellos, 72 son endemismos ibérico-peninsulares, 25 cantábricos y orocantábricos y 5 ubiñense-picoeuropeano, según datos del catálogo de endemismos de la Reserva.

 

Características de la Reserva

 

Enclavada en la Montaña Central Leonesa, en una zona de transición entre la España seca y la húmeda, la Reserva de la Biosfera Alto Bernesga cuenta con especies animales emblemáticas como el oso pardo (Ursus arctos) o el urogallo cantábrico (Tetrao urogallus cantabricus).

 

Entre las especies vegetales que atesora destecan los pastizales de alta montaña ubicados en los riscos, canchales -peñascales- y puertos de montaña; así como los robledales, hayedos y los bosques ribereños eurosiberianos de sauces y chopos forman parte de este espacio, declarado Reserva por la Unesco en julio de 2005.

Por su especial valor en la zona, desde el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de La Pola de Gordón han destacado a DiCYT la sabina albar (Juniperus thurifera), resistente a duras condiciones ambientales y capaz de asentarse desde en suelos pedregosos y poco evolucionados hasta en laderas de fuerte pendiente soleadas. Uno de los bosques también característico en la zona es el encinar orocantábrico endémico, de gran resistencia a condiciones como la sequía.

Presentes en este espacio están también especies de aves como el milano real (Milvus milvus), el alimoche (Neophron percnopterus), el halcón peregrino (Falco peregrinus) o el águila real (Aquila chrysaetos). Mamíferos como el murciélago pequeño de herradura (Rhinolophus hipposideros), el murciélago ratonero grande (Myotis myotis) o la nutria europea o paleártica (Lutra lutra) también viven en la Reserva, situada en una zona de tradición minera, en las últimas décadas de carbón, pero también de cobre, níquel o cobalto en el pasado.