Salud Brasil , Río de Janeiro, Lunes, 23 de noviembre de 2009 a las 18:53

Las áreas de aglomeración de personas son puntos críticos en la propagación del dengue

Un estudio en Río de Janeiro parece apoyar la idea de que son los humanos, y no los mosquitos, los que aceleran la circulación de la enfermedad

EA/DICYT El movimiento de las personas y las áreas en las que estas se concentran en los barrios, son un factor crucial en la propagación del dengue en Río de Janeiro, señalan investigadores del Instituto Oswaldo Cruz de Brasil en un estudio publicado el pasado 10 de noviembre en PLoS Neglected Tropical Diseases. De acuerdo con los autores de la investigación, el hecho de que los resultados señalen a los humanos y no a los mosquitos transmisores de la enfermedad como los principales responsables de la rápida transmisión de dengue dentro y entre comunidades, contribuye a entender mejor la dinámica de la enfermedad en la segunda ciudad más poblada del país suramericano.

 

El dengue es una enfermedad viral que se transmite principalmente a través de la picada del mosquito Aedes aegypti, y constituye un serio problema de salud en los países de la franja tropical. La Organización Mundial de la Salud estima que al año se dan entre 50 y 100 millones de casos de dengue y entre 250 mil y 500 mil casos de dengue hemorrágico. Sólo en Brasil, tres serotipos del virus que causa el dengue han sido introducidos en el país a través de Río de Janeiro en las tres últimas décadas.

 

Debido a que la enfermedad se propaga especialmente en áreas urbanas, donde el mosquito aprovecha el agua limpia estancada para reproducirse, Río de Janeiro es una ciudad especialmente susceptible a la enfermedad. De hecho, entre el 2007 y el 2008 la ciudad brasileña fue testigo de la peor epidemia de dengue de su historia, con un total de 240 muertos registrados oficialmente. Sin embargo, según señalan los investigadores en el artículo publicado, a pesar de la hipotética relación entre la abundancia del vector (el mosquito) y el riesgo de transmisión, en realidad la naturaleza cuantitativa de esta relación es poco conocida.

 

Para determinar los patrones espaciales de prevalencia de la enfermedad, los autores escogieron tres barrios de Río de Janeiro con diferentes niveles socioeconómicos: Higienópolis (área urbana), Tubiacanga (área suburbana) y Palmares (asentamiento). La recolección de muestras de sangre realizada por los investigadores del Instituto Oswaldo Cruz para el estudio coincidió con la gran epidemia de 2007-2008, lo que les permitió identificar infecciones recientes de dengue y relacionarlas visualmente con la abundancia y distribución espacial de Aedes aegypti.

 

En ninguna de las áreas estudiadas los investigadores encontraron una relación entre el índice de infestación de las casas y el riesgo de contraer dengue, lo que a su vez genera nuevas interrogantes en cuánto a cuáles son realmente los lugares en los que ocurre la transmisión. Al combinar los mapas de prevalencia específica de la enfermedad de cada uno de los barrios, los autores descubrieron que el riesgo se intensificaba en puntos de intenso tráfico humano, como, por ejemplo, en áreas comerciales.

 

"Las variantes en los patrones espaciales de prevalencia dentro de los barrios, con parcelas de alto riesgo cerca de áreas donde ocurre el mayor movimiento de personas, sugiere que los humanos pueden ser responsables de la entrada del virus en barrios pequeños de Río de Janeiro", señalan los investigadores. "Algunos autores han sugerido que la gente, y no los mosquitos, son los que hacen circular el virus dentro y entre las comunidades. Este estudio es consistente con esa información".